Desde que comenzaron a circular en redes las imágenes, la comunidad tuitera salió al ruedo con todo tipo de teorías conspirativas pero la realidad terminó siendo más simple (y científica).
La circulación desde hace un tiempo de una imagen de unas formaciones en la Antártida similares a las pirámides de Egipto despertó la creatividad en redes sociales sobre qué pudo haber pasado. Hubo teorías que involucraron a extraterrestres, civilizaciones antiguas y hasta los nazis pero pero la ciencia reveló de qué se trata todo esto.
La verdad es que esta formación que apareció en los montes Ellsworth, la cordillera más alta de la Antártida que atraviesa parte del territorio argentino en el continente, fue originada por la acción de las fuertes tormentas y los vientos potentes de la zona. El culpable del modelado en forma de pirámide fue el propio proceso de erosión de millones de años. Este tipo de formaciones responde al nombre de Nunataks y, como se mencionó, son estructuras geológicas de origen natural.
La teoría menos descabellada habría sido la de la autoría humana, pero lo cierto es que el clima gélido hubiera vuelto imposible una acción de ese tipo hace miles de años, e incluso hoy sería bastante complicado hacerlo aún con todos los adelantos tecnológicos disponibles. De hecho, visitarla en la actualidad es casi imposible.
