Sube y baja de precios: el poder adquisitivo sigue en rojo

El número de inflación de marzo fue del 11% y, si bien marcó una desaceleración, eso sólo no alcanzó porque el consumo marcó su cuarta caída consecutiva.

El dato de la inflación de marzo fue del 11%, y si bien indicó una desaceleración con respecto a los tres meses anteriores, los primeros del gobierno de Javier Milei, todavía no alcanza para que la gente se recupere y convalide los precios. Esto motivó a que se registre la cuarta caída consecutiva en el consumo

Según evaluó la consultora Focus Market, el consumo masivo cayó un 19% interanual, y 2,5% respecto a febrero de este año. Ante las expectativas optimistas del Gobierno que auguran una nueva desaceleración y la tan proclamada recuperación en “V” que indica que después de una gran caída se impulsa una gran recuperación, Damián Di Pace, autoridad de la compañía, afirmó para Página12 que “el gran desafío será ver si efectivamente se da una recuperación económica en la famosa forma de V o una forma de pipa, más larga, producto de una recesión que dura más de lo esperado". 

¿Qué ocurre? Pese a que productos como aceite, azúcar, arroz, conservas, entre otros, bajaron sus precios, y que las familias ahorraron hasta un 50% aprovechando ofertas o comprando segundas marcas o haciendo una evaluación de dónde comprar cada producto por la disparidad de precios que existe entre los distintos establecimientos, las ventas cayeron porque el poder adquisitivo del salario sigue siendo muy bajo y, en muchos casos, continúa sin aumentar.  

Ni siquiera alcanza para lo básico: el kilo de pan varía entre los $2.400 y los $3.000 según el barrio y local. Esto provocó que las ventas en panaderías estén en pique desde enero, con una caída del 45%. Las subas se explican por los incrementos en los combustibles y en los servicios de gas y electricidad, que encima prometen nuevos tarifazos, y por la eliminación del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), el fondo fiduciario que servía para amortiguar el precio local de la harina respecto del valor del dólar, lo que provocó la dolarización de los insumos. 

Las expectativas no son buenas para la clase media. Las prepagas afirmaron que no congelarán sus precios al menos hasta agosto. Servicios de streaming como Netflix subieron y hoy su plan más bajo cuesta 11 mil pesos. Todo ello sin tener en cuenta la suba de las cuotas de los colegios privados y de las tarifas de los servicios básicos.

Noticias Relacionadas