"La deuda es con nosotres": el reclamo en la marcha de orgullo LGBT+

La Marcha del Orgullo congregó a cientos de miles de personas con el eje principal del reclamo por los derechos de la comunidad travesti trans no binaria, bajo la consigna “La deuda es con nosotres: Ley Integral trans, Ley Antidiscriminatoria, Sí al Lenguaje Inclusivo”.

El centro porteño se convirtió una vez más en escenario de fiesta y lucha para el colectivo LGTBIQ+. La consigna principal de la XXXI Marcha del Orgullo decretó fue “La deuda es con nosotres: Ley Integral trans, Ley Antidiscriminatoria, Sí al Lenguaje Inclusivo.” Además, la movilización masiva que congrega a la comunidad LGTBIQ+ desde 1992 sumó a sus reclamos la inmediata aplicación de la nueva Ley de VIH y Hepatitis, la transversalización de una perspectiva de género y diversidad en el poder judicial, la aparición con vida de Tehuel y el cese del ajuste bajo la idea de que “sin presupuesto no hay igualdad real.”

El eje central de la movilización este año fue la defensa de los derechos de la comunidad travesti trans, que hoy representa uno de los sectores de la sociedad más vulnerados, con una expectativa de vida de 40 años por riesgo de violencia transodiante o discriminación. La situación habitacional y la dificultad para conseguir empleo formal son dos grandes problemáticas de este grupo social. La invisivibilización y precarización de las vidas travesti trans es tan grande que no se cuentan con cifras oficiales que contabilicen los casos de violencia contra ellas. Por eso, las consignas principales de la marcha fueron la exigencia de una Ley Integral Trans que garantice la inclusión social y los derechos en igualdad de condiciones para dicha población, el efectivo cumplimiento de la Ley Antidiscriminatoria, y la proclama del “Sí al lenguaje inclusivo”.

Pasaron 31 años desde la primera Marcha del Orgullo. Aquel día de 1992, tan sólo 150 personas se manifestaron por las calles de Buenos Aires. Ese año la consigna era “libertad, igualdad, diversidad” y el objetivo principal era demostrar que  “el amor entre personas del mismo sexo existe, y no hace daño.”

Este año la movilización congregó miles de personas. De 1992 a hoy, se han sancionado la Ley de Educación Sexual Integral (2006), la Ley de Matrimonio Igualitario (2010), la Ley de Identidad de Género (2012), la Ley contra crímenes de odio (2012), la Ley de Acceso a la interrupción del embarazo: IVE/ILE (2020), la Ley de  Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgénero "Diana Sacayán-Lohana Berkins" (2021) y la Nueva Ley de VIH (2021) y se decretó el reconocimiento del DNI no binario (2021).

Quedan muchas jornadas de lucha por delante, en un país donde siguen existiendo crímenes de odio no sólo contra la población travesti trans, sino contra todas las expresiones e identidades de género que se desvían de la norma hetero-cis. Sin embargo, los derechos conquistados son muchos, y por eso son motivo de festejo y, sobre todo: de orgullo.

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