La ministra sostuvo que había células terroristas activas en la Triple Frontera y en el norte de Chile. Los mandatarios de ambos países la desmintieron.
“Hay una célula del Hezbollah en la Triple Frontera, y también en Iquique, en el norte de Chile”, afirmó esta semana la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. Esa declaración desató un conflicto diplomático con el país andino, y el propio presidente Gabriel Boric pidió “respeto” y más responsabilidad.
El mandatario chileno aprovechó el espacio de una entrevista radial para contestarle en duros términos a la ex candidata presidencial del PRO. “Yo le exijo a la ministra de Seguridad de Argentina que, si tiene antecedentes serios, los entregue en las instancias que corresponden en la Justicia, que colabore y se comunique, pero que no haga antecedentes así al ‘tuntún’ y a la rápida sin probar absolutamente nada”, retrucó Boric.
“Exijo respeto con nuestro país”, exhortó Boric, visiblemente enojado por los dichos de Bullrich, para luego confirmar que harán llegar “una nota de protesta mediante Cancillería” al embajador de Argentina, Jorge Faurie. “Chile no ampara a ningún grupo terrorista, ni en su territorio ni fuera de él”, ratificó el mandatario, y aseguró que su gobierno va “a defender la integridad de Chile”. “Me parece que es tremendamente importante que las autoridades sean responsables en sus declaraciones y afirmaciones”, concluyó.
También por el país andino, la ministra del Interior, Carolina Tohá, cuestionó lo realizado por la funcionaria argentina: “Chile es parte de la comunidad internacional policial y nuestros organismos de inteligencia tienen conexión con los organismos de inteligencia de esos dos países. Entonces, cuando una autoridad tiene sospecha o antecedentes de temas delicados en esta materia, el canal para hacer esas observaciones es a través de la colaboración de inteligencia y la colaboración policial. No es a través de puntos de prensa que se discuten los temas de inteligencia”.
Chile no fue el único afectado por las declaraciones. “El memorándum ha permitido la instalación de 700 miembros iraníes en Bolivia, que nosotros consideramos que son miembros de la guardia Quds, que es una guardia llamada revolucionaria y es como un brazo armado también del Estado islámico iraní”, contó Bullrich. Pero en el país limítrofe norte también descartaron las afirmaciones de la Ministra.
El Gobierno encabezado por Luis Arce anticipó que citará a la representación de Argentina en La Paz, ya que no hay actualmente embajador allí, para que explique los dichos. “Desmentimos y rechazamos enfáticamente que Bolivia proteja en sus fronteras a personas que siembren el terror, la inseguridad y la zozobra. Estas acusaciones carecen de evidencia o documentación y se realizan sin fundamento alguno”, escribió la cancillería boliviana, calificando las declaraciones como “equivocadas y desaprensivas”.
