Walkman: a 50 años del invento que revolucionó la música

El dispositivo ideado por el germano-brasilero Andres Pavel propició un nuevo paradigma en la forma de pensar y percibir la música. 

Para comprender el impacto que tuvo el Walkman en nuestra forma de entender, pensar y vivir la música, hace falta remontarse a los inicios de la tecnología de sonido transportable, porque el nombre “Walkman” hace referencia justamente a la posibilidad de mover y transportar el sonido, al “hombre que camina” y lleva su música con él. 

El sitio Indie Hoy compiló la historia del icónico aparato, y encontró que la primera forma de música transportable data de 1954: El Regency TR-1. El padre de la música transportable pesaba medio kilo, y era similar a una radio portátil.. En 1962, Philips creó el cassette y lanzó el primer reproductor de cintas magnéticas: el Phillips EI-3300 R-Player. Esto pesaba más de kilo y medio, y muchos músicos lo utilizaron para grabar demos o ideas en sus habitaciones o bus de gira. “El caso más emblemático es el de Keith Richards, cuya grabación del riff principal de guitarra que escuchamos en “Street Fighting Man” de The Rolling Stones es una toma amplificada de la guitarra que suena por el parlante de un EL-3300”, recuperó la publicación. 

Los 60’s vieron la llegada del “Boombox”, el radiocassette de casi dos kilos y medio metro de ancho que popularizó la comunidad puertorriqueña y afroamericana del Bronx. Se estilaba llevarlo al hombro mientras el aparato reproducía música por las calles de Nueva York. El Boombox era grande para abarcar correctamente las vibraciones de los bajos, razón por la que se volvió clave para el posterior desarrollo del hip hop. El aparato le abrió camino al Walkman después de que cayó en desuso por las constantes denuncias por ruidos molestos y la evidente incomodidad que ocasionaba su transporte. 

“En 1972 el investigador germano-brasileño Andreas Pavel inventó un novedoso dispositivo que denominó Stereobelt. Tal como indica su nombre, se trataba de un artefacto con forma de cinturón que permitía escuchar música en estéreo mientras se caminaba por las calles. Quizás sin saberlo, Pavel había inventado el concepto del Walkman, siete años antes de que Sony comenzara a comercializarlo” explica la revista. 

Pavel creció en el entorno intelectual y de vanguardia de Sao Paulo. Los amigos del investigador pensaban que una de las maneras de combatir políticamente el régimen dictatorial brasileño era trasladando la música a las calles, con el objetivo de lograr una potente expresión contracultural frente al adoctrinamiento y violencia de los militares, idea que se popularizó también entre la comunidad hip hopera neoyorquina de los años setenta. 

Escapando de la situación política de Brasil Pavel volvió a Europa, y allí presentó su idea a Yamaha, Grundig, Philips e ITT, pero ninguna de las empresas se la aceptó. Cansado del rechazo, patentó su invento en 1977.

Masaru Ibuka, cofundador de Sony y reconocido como una suerte de Steve Jobs en el mundo del audio por su forma de tomar prestadas ideas de otros diseñadores y convertirlas en productos comerciales efectivos y exitosos, encargó a Akio Morita el diseño de un aparato portátil capaz de reproducir cassettes, para así poder escuchar ópera mientras viajaba en avión. 

“Morita diseña un dispositivo portátil con cabezal stereo de cuatro pistas, control de tonos high y low, y controles de volumen por canal -uno por la derecha y otro por el canal de la izquierda-. Para terminar de diferenciar y potenciar el diseño, le agrega una correa de transporte y un elemento clave: auriculares con esponjas que permitían que el usuario pueda reproducir el cassette sin molestar a los demás. El dispositivo funcionaba con solo dos pilas doble A. Así nace el primer Walkman de la historia, que en dos meses vende solo en Japón un estimado de 50 mil unidades”, relató Indie Hoy. 

“El Walkman inaugura la era moderna de la música portátil, cambiando para siempre la relación de las personas con el entorno en el que viven. Su practicidad fue clave: el Walkman era liviano y pequeño, con lo cual podía llevarse simplemente en el bolsillo de un pantalón o utilizar la correa de cintura que proveía el equipo. Antes los individuos solo tenían la posibilidad de aislarse del mundo a través de la música, yendo a discotecas o en sus casas y, en menor medida, conduciendo un automóvil con radio a transistores. El Walkman crearía en cada oyente una suerte de práctica de exclusión, transformando el imaginario social que se tenía históricamente de las ciudades y pueblos”.

Así se publicitó Walkman en su momento:

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