“Esto no es libertad”: fuerte reclamo tras el triple lesbicidio de Barracas

Este lunes se realizó una asamblea autoconvocada en Plaza Colombia de la que participaron cientos de personas que luego se movilizaron hacia el hotel familiar donde ocurrió el ataque. 

El triple lesbicidio de Barracas sigue siendo un reclamo central para una parte de la sociedad que no se resigna a que los discursos de odio perpetrados y habilitados por la más alta jerarquía del Estado instauren las condiciones de posibilidad para que estos hechos ocurran. Aún cuando el propio Gobierno nacional se esfuerce por desconocer de manera arbitraria el agravante de odio por orientación sexual, y aún cuando los propios grandes medios no le den el espacio que merece el tema. Por eso, este lunes cientos de personas se autoconvocaron para reclamar justicia por las cuatro chicas agredidas. 

A las 18 comenzaron a llegar organizaciones transfeministas y de diversidades, sindicatos, partidos políticos, colectivos artísticos, grupos autoconvocados, vecinos y activistas para participar de una asamblea colectiva con intervenciones a micrófono abierto. Luego se movilizaron tres cuadras hacia el hotel familiar donde ocurrió el ataque y donde se leyó un documento con las líneas del reclamo, que giraron en torno al pedido de justicia por las cuatro mujeres agredidas, tres de ellas asesinadas, el cambio de carátula en el tratamiento del caso —demandando que se lo trate como un crimen de odio por ser lesbianas—, el cese de los discursos de odio y el pedido de que se desarrollen políticas públicas para las feminidades y la comunidad LGTBIQ+.

Al respecto, Luci Cavallero, integrante del colectivo Ni Una Menos, afirmó en diálogo con Página 12 que “por supuesto que el análisis de los discursos de odio es importante, pero también hay que tener en cuenta la situación de precariedad en la que estaban, que las hizo mucho más vulnerables a sufrir este tipo de ataques”. En ese sentido, afirmó que estamos frente a un Estado que en lugar de reparar esa violencia estructural, “lo que hace es desinhibir una violencia social, promoverla y dinamizarla, con discursos pero también con hechos concretos como el desmantelamiento de las políticas públicas”. 

Las declaraciones llegan luego de que el vocero de la presidencia, Manuel Adorni, negara las motivaciones de odio del crimen e incluso se refiriera con soberbia al caso en Twitter, actitud que también adoptó el propio presidente Javier Milei compartiendo posteos en el mismo tono.