El 11 de noviembre de 1951 las mujeres argentinas pudieron ejercer su derecho a votar y ser elegidas representantes por primera vez, luego de que en septiembre de 1947 se aprobara la ley 13.010.
Un día como hoy, pero de 1951, las mujeres argentinas pudieron ejercer su derecho a votar y ser elegidas representantes por primera vez en la historia de nuestro país. Fue la victoria de una lucha materializada por el gobierno peronista con Eva Perón como gran protagonista, y que sumaba muchos años de militancia previa de la mano de las sufragistas Julieta Lanteri, Elvira Rawson, Cecilia Grierson y Alicia Moreau.
Estas mujeres comenzaron a movilizarse después de la sanción de la Ley Sáenz Peña en 1912, que estableció el voto secreto y obligatorio únicamente para los varones mayores de 18 años.
La Ley de Voto Femenino se promulgó el 23 de septiembre de 1947, durante la primera presidencia de Perón, y fue Eva Perón quien presidió la comisión pro-sufragio:
«Recibo en este instante de manos del Gobierno de la Nación la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo, ante vosotras, con la certeza que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria”, exclamó Eva Perón en septiembre de 1947 ante una multitud de mujeres que se manifestaban en la Plaza de Mayo.
Sin embargo, la Ley fue puesta en práctica recién en los comicios del 11 de noviembre de 1951, porque para hacer efectivo el voto femenino fue necesario modificar los procedimientos administrativos estatales que hacían a la identidad de las personas físicas, que en Argentina estaban asociados al padrón militar desde el siglo XIX.
La pelea por uno de los más elementales derechos cívicos que llevaron adelante las mujeres sufragistas, radicales, socialistas, comunistas, peronistas, y de todas partes del mundo a lo largo de años, no fue fácil, implicó el castigo y la represión de muchas.
Haber alcanzado el derecho a votar y ser electas como representantes fue crucial para obtener paridad y poder así seguir avanzando, hoy en día, para conquistar los muchos derechos que aún falta conseguir para lograr igualdad.