Gabriela Trenchi, empresaria textil víctima del accionar del cirujano, debió ser internada en terapia intensiva por los efectos de la mala praxis.
Virginia Gallardo, Pamela Sosa, Silvina Luna, el recientemente fallecido productor de moda Mariano Caprarola, Gabriela Trenchi. Todas estas personalidades del mundo de la farándula tienen un punto en común y es el haber sido víctimas de la mala praxis del cirujano Aníbal Lotocki, a raíz de la cual sufren efectos severos en su salud. Sin ir más lejos, Caprarola murió de un instante a otro cuando iba a hacerse su chequeo por el tratamiento que llevaba desde que fue operado. Su muerte afectó mucho a Trenchi, la empresaria textil que debió ser internada en terapia intensiva del Hospital Italiano por un empeoramiento de su cuadro, mismo lugar en el que se encuentra internada Luna desde hace tres meses.
La empresaria, al igual que las demás víctimas (las que se conocen y las que no), sufre las consecuencias físicas provocadas por las intervenciones quirúrgicas en las que el polémico cirujano les inyectó metacrilato, un material dañino. Su representante legal, Juan Pablo Fioribello, le confirmó al periodista Pablo Layus que se encuentra pasándola muy mal y con muchos dolores, y que todo empeoró cuando se agravó la situación de Silvina Luna y cuando se enteró de la muerte de Caprarola. En una entrevista a un medio televisivo días atrás, Trenchi había confesado que la noticia había sido un shock. "No puedo creerlo, siento que vamos cayendo de a uno. Esto es gravísimo”, afirmó.
“Por querer ponerme hilos tensores, terminé viviendo un infierno”, había contado la propia Trenchi en Intrusos en 2016, luego de permanecer cuatro meses internada por sufrir complicaciones de salud tras realizarse una operación con Lotocki. “En la clínica Los Arcos, donde me atendieron después de la operación, no podía expresarme, no podía moverme, era un vegetal. Pensé en morirme”, agregó aquella vez.
Por otra parte, Fioribello dijo que hay muchas más víctimas de Lotocki: “¿Sabés cuántos Caprarolas va a haber? ¿Sabés cuántas víctimas está habiendo? ¿Sabés la cantidad de gente que no se anima a hablar?”.
En febrero del año pasado, Lotocki fue condenado a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo, por lesiones graves, y a cinco de inhabilitación para ejercer su profesión, según un fallo del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) porteño N° 28, luego de las denuncias efectuadas por Silvina Luna y otras pacientes damnificadas por mala praxis. Sin embargo, como la condena no está firme, ni la prisión ni la prohibición de trabajar como médico se llevaron a cabo. Con la internación de Luna, a finales de junio de este año, el fiscal Sandro Abraldes insistió con la inhabilitación a fin de evitar nuevas víctimas, y fue a ese pedido que los jueces de Casación hicieron lugar.
