El hombre que le apuntó y disparó (aunque no saliera la bala) contra Cristina Kirchner declaró ayer y dijo que si bien quería matarla lo hizo por "motivos personales".
Arrancó el juicio contra Fernando Sabag Montiel, el joven que intentó matar a Cristina Kirchner de un disparo en la cabeza mientras saludaba a militantes en la puerta de su casa de Recoleta. El hecho ocurrió hace casi dos años pero recién ahora se escucha la voz del principal imputado. ¿Qué llama la atención de su discurso? Que todo pareció un guión de informe televisivo sobre el caso. ¿Dijo toda la verdad o se convenció de una ficción de su propia vida para ocultar cosas?
Uno de los permitidos de la defensa es poder mentir. Sólo quienes son testigos tienen la obligación de decir la verdad. Por eso no se descarta que las palabras de Sabag Montiel hayan sido pensadas cuidadosamente para proteger a personas y/u organizaciones responsables.
Usó la palabra “atentado”. Mencionó como “los copitos” a vendedores de copos de azúcar que trabajaban como él. Planteó que a Uliarte y Carrizo "les pagaron para autoincriminarse". "No soy un sicario ni soy de Revolución Federal", sostuvo el acusado, quien en algún momento mostró un cuaderno que decía "estoy secuestrado" (¿se autopercibe un preso político?).
¿Qué dijo sobre su novia Brenda Uliarte? Que, en realidad, “no estaba tan segura de lo que yo podía llegar a hacer” y que si bien ella estaba más politizada, y simpatizaba con Milei, él sí quería matar a Cristina mientras ella la detestaba y prefería verla muerta. Aclaró que, aunque hayan hablado de política varias veces, él no cree “en Milei, Cristina o Macri” y que todo lo que hizo fue por "motivos personales".
