Presidentes y líderes latinoamericanos salieron a respaldar a Cristina tras la condena

Los presidentes de México, Bolivia y Honduras; el Grupo de Puebla, los exmandatarios Evo Morales y Rafael Correa, fueron algunas de las figuras políticas que manifestaron su solidaridad con la vicepresidenta.

Líderes latinoamericanos salieron a respaldar en bloque a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, ras la condena en su contra en la causa Vialidad, y ubicaron el hecho en los procesos judiciales persecutorios dirigidos a los líderes populares en la región.

Dilma Roussef, expresidenta de Brasil, estuvo en el mismo banco de los acusados que hoy ocupa CFK. También en su caso la lógica judicial y el impacto mediático elevó el tenor de los ataques por tratarse de una mujer en el poder. En ese sentido, la política del país limítrofe sostuvo que «es inaceptable que el modelo de golpe legal basado en el lawfare se convierta en un estándar en América Latina» .

Comparó su situación con la que atravesó que Lula Da Silva, tras ser condenado por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, y pasar 580 días en la cárcel hasta que finalmente su condena a 8 años de prisión quedó anulada por comprobar que el juez Sergio Moro no le había respetado sus derechos durante el proceso.

Ya CFK había anunciado en la entrevista publicada el fin de semana por el diario Folha de Sao Paulo que era «fenómeno que pasó con el partido judicial en toda la región», refiriéndose no solo a la experiencia en Brasil, sino a la que también pasó Rafael Correa en Ecuador, sentenciado a ocho años de prisión por corrupción.

De hecho, el expresidente ecuatoriano no escribió nada de su autoría, pero sí retuiteó absolutamente todas las expresiones de apoyo a Cristina, algunas veces a través de citarlos con el lema «los corruptos siempre fueron ellos».

Por otro lado, el expresidente de Bolivia, Evo Morales expresó a través de su cuenta de Twitter su «repudio y condena más vehemente contra el golpe judicial y amañado que intenta truncar los derechos políticos de nuestra hermana CFK». Aseguró que se trata de un intento de eliminarla políticamente después de fallar en su intento de asesinarla.

El actual presidente boliviano, Luis Arce, agregó que se la busca proscribir con una sentencia «injusta»: «estamos seguros que la verdad se impondrá ante todo atentado contra la dignidad de los pueblos y la democracia en nuestra #PatriaGrande».

Desde México, el presidente Andrés López Obrador también se sumó a la ola de apoyo y tuiteó: «Expreso mi más amplia solidaridad con la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández. No tengo duda de que es víctima de una venganza política y de una vileza antidemocrática del conservadurismo».

Desde Honduras, la presidenta constitucional, Xiomara Castro de Zelaya, manifestó también su solidaridad y apoyo «con la compañera, quien enfrenta ahora el ataque del “Lawfare” después de sobrevivir un atentado fallido en su contra. La verdad prevalecerá y la voluntad del pueblo argentino que te respalda».

El expresidente de Colombia, Ernesto Samper Pizano, afirmó que la condena es, «como señalaba García Márquez», el final de una «persecución largamente preparada y anunciada». También realizó la comparación con otras experiencias de la misma índole en la región, y afirmó que «se trata de una nueva conspiración de los poderes fácticos argentinos para atravesarse en sus aspiraciones políticas como sucedió en el caso Lula. No ganarán!».

Miguel Díaz Canel, presidente de Cuba, tuiteó que reitera el rechazo a «los procesos judiciales políticamente motivados» y que reafirman su apoyo y solidaridad con la Vicepresidenta frente al «acoso judicial y mediático en su contra».

Si bien Gabriel Boric aún no habló, sí lo hizo el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien afirmó de manera categórica que «ayer magnicidio frustrado, hoy persecución judicial. La oligarquía continental no haya cómo deshacerse de CFK».

Sostuvo que «sin avergonzarse un milímetro ocuparán todo su poder para negar que pueblos construyan con autonomía sus propios liderazgos. Desde Valparaíso #TodosConCristina».

Por último, el Grupo de Puebla, el foro político y académico integrado por representantes de la izquierda política latinoamericana, expresó a través de su cuenta que «cuando se meten las manos en la justicia se destruye la democracia».

Manifestaron que «lo que está pasando con Cristina Fernández de Kirchner es un juicio político orquestado por la derecha con operadores de la justicia y medios de comunicación para sacarla del debate democrático».

Aún no hablaron Lula Da Silva, Pedro Castillo, presidente de Perú, ni Mario Abdo, de Paraguay. Tampoco Jair Bolsonaro y Luis Lacalle Pou, aunque no se espera que lo hagan y, en caso de hacerlo, mucho menos que expresen su apoyo.