¿Por qué el voto de las mujeres y diversidades es decisivo?

La encuestadora Zuban Córdoba sostiene que “en un país con una trayectoria de movimientos feministas tan fuertes, la agenda de género puede ser clave para la elección”.

Por Denisse Cutuli

“En un país con una fuerte trayectoria de movimientos feministas, la agenda de género puede ser clave para la elección”, afirma la encuestadora Zuban Córdoba. Es que, como ha sucedido en Brasil, los Estados Unidos y España, las mujeres y diversidades sexuales pueden jugar un rol muy significativo con su voto para definir esta segunda vuelta y para constituirse en un freno rotundo al avance de las ultraderechas que desean ir contra sus conquistas. 

¿Sobre qué se sustenta esta afirmación? Sobre el dato objetivo de que el padrón electoral está conformado por un 50,8% de mujeres y personas no binarias. Este número se traduce en 18.006.255 votantes, 618.085 más que los votantes varones. Por ese motivo este puede ser definitorio. 

Ahora bien, esta diferencia, ¿para qué lado se inclina? ¿A quién puede tender a favorecer y a quién perjudicar? Si miramos la composición del grueso de votantes que apostó por uno u otro candidato —Sergio Massa y Javier Milei— que disputan esta segunda vuelta, entonces ya tenemos la primera pista. Según las palabras del propio candidato de Unión por la Patria al día siguiente de las elecciones generales, el 45% de los votos que recibió eran de mujeres. ¿Cuántos recibió Milei por parte de ellas? Solo el 30%. 

De alguna manera eso refleja a esas madres que están preocupadas por el futuro de sus hijos, mujeres que no quieren vivir en una sociedad donde la venta de órganos o libre portación de armas sean parte del sistema de valores. Que esperan que los sistemas de vacunación, educación y salud las protejan y se garantice la eficiencia", trató de explicar el ministro de Economía y candidato presidencial.

Vayamos por partes. Por un lado, sí, es cierto que las mujeres a cargo de las tareas de cuidado y que maternan se inclinan por una opción que les provea un mejor futuro a sus hijos, pero también a ellas. Y para ello, es sumamente necesario un Estado presente, en contraposición a lo que pregona el libertario. ¿Por qué? Porque las tareas de cuidado y enseñanza, los puestos de trabajo más feminizados, son tareas colectivas, que se tejen en lo social y aportan a lo social. Participan y usan tanto la educación como la salud pública, más en un contexto en el que poseen los puestos de trabajo con peor remuneración y peores condiciones salariales, en el que una gran parte de ellas materna en soledad por el abandono de los padres o la falta de pago de la cuota alimentaria, lo que imposibilita que se vuelquen al privado para poder cubrir las necesidades básicas de sus hijos. 

También porque entienden que lo que está en juego con la privatización y la desregulación sus sus espacios comunes de participación donde tienen un rol clave, además de que el empeoramiento de las condiciones materiales de existencia las lleva, por los motivos explicitados, a ser quienes más endeudadas están ya que asumen la responsabilidad de hacer hasta lo imposible para satisfacer las necesidades de sus hijos.

Pero, por otro lado, no todas ellas son madres. Y son reticentes a votar proyectos ultraderechistas porque comprenden que es un proyecto que no las incluye, que no les propone otra cosa que violencia y quita de derechos. El caso más cercano es el cuestionamiento de la candidata a vice de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, pero que ya había anticipado el propio Milei, respecto a la rediscusión sobre el acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo de manera gratuita y segura. Pero también se expresa en otras propuestas como la expresa obsesión por eliminar el Ministerio de Mujeres y Diversidades, así como la violencia propagada entre los seguidores del economista que son explícitamente violentos y machistas contra las mujeres, incluso con amenazas

De hecho, este dato fue clave para la configuración de la estrategia comunicacional de Unión por la Patria en los últimos debates. Incluso decisivo para volcar muchos de los votos indecisos femeninos hacia el ministro de Economía.

Massa expuso a Milei al llevarlo a jugar a un terreno incómodo para el economista, que volvió a explicitar que él no cree en existencia de las desigualdades de género, ni en los femicidios ni en la brecha salarial.

En contrapartida, el titular del Palacio de Hacienda se posicionó como el único que le habló a las mujeres con dos propuestas centrales: por un lado, la creación de centros de primera infancia para que puedan regresar a sus puestos de trabajo y desarrollarse profesionalmente sorteando, en parte, el impedimento de la dedicación de la mayor cantidad de sus horas a las tareas de cuidado; por el otro, la promesa de la obligatoriedad de igual remuneración por igual trabajo para comenzar a cerrar la brecha salarial, que hoy se ubica en el 27,7%.

Pero, más allá de que es cierto de que Argentina cuenta con una trayectoria fuerte de movimientos feministas, no es exclusivo de nuestro país. Al igual que sucedió con Javier Milei, las mujeres y diversidades son quienes menos se inclinaron por candidatos ultraderechistas en otras partes del mundo, como sucedió con Jair Bolsonaro en Brasil, Donald Trump en Estados Unidos y Santiago Abascal en España. ¿Por qué? Porque rechazan algunas de las propuestas o rasgos que tienen en común estos espacios, como la libre venta de armas, los discursos machistas y/o racistas, y el ataque a las agendas feministas. 

Sin ir más lejos, la semana pasada un grupo de seguidores de Milei se metió en un taller sobre capacitación de género que brindaba el Gobierno de la Ciudad en conjunto con una ONG feminista, para boicotearlo y acosarlas. “Con esto juegan las nenas”, dijo uno de ellos antes de abrir la cámara y mostrar cómo se masturbaba, mientras en el chat ponían “Viva la libertad” o “Milei 2023”. 

Si en todos los países mencionados hubiesen votado solo los hombres, como sucedía en el siglo pasado, entonces la extrema derecha se hubiese consolidado. La amenaza a los derechos conquistados despertó un estado de alerta en quienes hoy protagonizan los actos más fuertes y con mayor presencia de micromilitancia para evitar el triunfo de Javier Milei este domingo, como viene ocurriendo desde la semana pasada en el transporte público, o en las solicitadas de posicionamiento político electoral que están surgiendo con la intención de hacer el llamamiento a decirle “no” al libertario y votar a Massa, como es el caso de la misiva firmada por un grupo de mil mujeres argentinas, conformado por artistas, académicas, deportistas y profesionales de distintas disciplinas.

La gran pregunta en este contexto es: ¿podrán las mujeres y diversidades frenar el avance ultraderechista este domingo en las urnas?

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