Durante la celebración por la victoria de los Juegos Asiáticos, dos competidoras chinas se abrazaron y formaron el número 64. Sucede que ese número hace referencia a una fecha puntual y cuando empezó a circular en redes el gobierno la censuró. ¿Por qué?
Las atletas celebraron con un abrazo haber obtenido una medalla de oro pero era todo risas hasta que las autoridades chinas notaron un detalle: los números de sus shorts formaron el número 64 y censuraron la imagen. ¿Por qué? Sucede que el 64 es un número de referencia a lo que fue la masacre de "Masacre de la Plaza de Tiananmén", a raíz de la represión que llevó a cabo el gobierno chino el 4 de junio de 1989 (mes seis, día cuatro), ante una multitud que se congregaba por la muerte del líder del Partido Comunista, Hu Yaobang, que pedía ampliar las libertades económicas y políticas.
Las atletas Lin Yuwei y Wu Yanni compitieron el domingo pasado en una carrera de 100 metros con vallas en el marco de los Juegos Asiáticos. Lin, que tenía asignado el número 6, fue quien ganó la medalla y, luego de ello, su compañera que tenía el número 4, se acercó a felicitarla. La foto registró el abrazo de la victoria pero cuando comenzó a circular en Weibo (una de las plataformas de redes más grandes de China) con mensajes alusivos al logro, las imágenes fueron reemplazadas por cuadrados grises.
Sucede que las autoridades chinas tienen un política muy rigurosa de control de redes y censura sobre ciertos temas y, puntualmente, con este evento histórico ocurrido el 4 de junio. Lo que sucedió aquel se dio en el contexto de una serie de protestas que se venían desarrollando contra ciertas políticas del régimen y que crecieron con el fallecimiento del líder comunista. Ante ello, las fuerzas armadas del país desataron una feroz represión en la que mataron a manifestantes que, entre otras cosas, reclamaban a favor de la democracia. Hasta hoy, se desconoce el número de manifestantes asesinados aunque se presume que pueden haber superado las mil personas.
Es tal el hermetismo del gobierno chino, que ni siquiera permiten la circulación de un número que haga referencia a esa fecha aunque haya sido de casualidad (de hecho, los familiares de las víctimas no pueden conmemorarlas en público sin correr riesgos de prisión).
