El paso de Paul McCartney por la Argentina

Ya dio dos recitales en River (vividos a pura emoción y euforia)y ahora llega el turno de Córdoba: comenzó la cuenta regresiva para su show en el Kempes.

El regreso de Paul McCartney a nuestro país llenó de emoción y euforia a muchos. Así quedó demostrado en las dos noches que pasaron en el estadio Más Monumental, con ambas fechas agotadas, en las que miles de fans de todas las generaciones volvieron a quedar rendidos ante la magnitud de su figura y talento, su mítico repertorio  y su carisma sin par. En total, 140 mil personas pudieron disfrutar del ex Beatle en su tour “Got Back”, y a fin de mes llega el turno de la provincia de Córdoba cuando lo reciba en el Estadio Mario Alberto Kempes el próximo 23 de octubre.

Todavía queda una última fecha para esta visita tan especial de Paul McCartney, aunque habrá que esperar que cumpla con sus compromisos en Chile y Brasil para que regrese al país el miércoles 23 de octubre y se presente en el Kempes en la provincia de Córdoba, provincia donde tocó por última vez en 2016. Las últimas entradas para no quedarse afuera de la pasada del astro de la música se pueden adquirir únicamente a través de allaccess.com.ar.

Respecto a este fin de semana, el puntapié de la segunda velada en Núñez ocurrió con “Hard Day’s Night”, canción de los Beatles del disco homónimo publicado en 1963. Emocionado por la respuesta del público, se tomó un momento para agradecer y saludar a todos. A continuación, fue el turno de escuchar “Junior’s Farm” y “Letting Go” de Wings, la banda post-Beatles que compartió con Linda McCartney entre los 70 y los 80. 

La idea del setlist de celebrar su repertorio completo se terminó de perfilar con el turno de “Drive My Car” y “Got To Get You Into My Life” de The Beatles, y “Come On to Me”, canción solista que lanzó en 2018 como parte del disco Egypt Station. El recorrido incluyó el relato de los detalles de la composición, época e inspiración detrás de las canciones del siempre carismático Paul. 

Con los motores ya andando gracias a la curaduría de un setlist pensado hasta el más mínimo detalle y canciones entrañables como “Let Me Roll It”, “Getting Better”, “Let Them In”, promediando la primera hora del show comenzaron a llegar los himnos que llevan su sello, como “Maybe I’m Amazed”, de su disco solista McCartney, o algunas de las más celebradas por los beatlemaniacos como “I’ve Just Seen A Face”, “Love Me Do”, “Blackbird” y “Ob-La-Di, Ob-La-Da”. Paul les regaló a los presentes una joya del repertorio para recordar sus primerísimos pasos: el cover que hacían con The Quarrymen –la banda que integraba con John Lennon y George Harrison antes de ser los Beatles– “In Spite of all the Danger”

El setlist realmente desborda de hits colosales como pocos artistas en el mundo pueden lograr. Por parte de Wings, suenan canciones como “Nineteen Hundred and Eighty-Five”, y “Jet”. De su repertorio solista, sonaron “Here Today” (1982), la canción que escribió para homenajear a John Lennon, “Dance Tonight” y “New” (2013). Del cuarteto de “los cuatro chicos de Liverpool”, “Lady Madonna”, “Being for the Benefit of Mr. Kite!”, “Something” y “Now and Then”, para desembocar en la inigualable “Get Back”, la canción que le da nombre –juego de palabras mediante– al tour y viste las pantallas del escenario de un sin fin de imágenes de The Beatles que logran emocionar a todos los presentes.

El segmento final terminó de llevar a los miles de fans presentes al pico máximo de la emoción: los máximos hits de Wings, “Band On the Run” y “Live and Let Die”, y las baladas de los Beatles “Let It Be” y “Hey Jude”. Después de más de dos horas de tocar y cantar sin pausas, en conexión plena con su público, Paul McCartney tenía unos bises preparados que dejarían a cualquiera sin aliento. “I’ve Got a Feeling” abrió este momento final, seguido por “Birthday”, “Sgt. Pepper”, “Helter Skelter” y “Golden Slumbers”. 

¿Cómo cerrar una noche de estas características si no es con “The End”, la canción de Abbey Road que sentencia “And in the end, the love you take is equal to the love you make” (algo así como “Y al final, el amor que te llevas es equivalente al amor que das»). Y vaya si no es cierto mirando y escuchando la ovación que despidió al ídolo.