Profesionales de la salud identifican un "descenso total" en la cantidad de heridos por pirotecnia en las fiestas. La caída se profundiza cada año.
Esta navidad, sólo nueve personas resultaron heridas a causa del uso de pirotecnia y accidentes domésticos en la Ciudad de Buenos Aires. El descenso en la cantidad de casos es notable y está vinculado a la disminución en la compra de pirotecnia que lleva algunos años profundizándose, según afirman los especialistas. Entre las causas de esta baja, identifican un mayor control por parte de las autoridades gubernamentales y una creciente concientización de la población.
Desde el Hospital Municipal de Quemados, en Caballito, informaron que el sábado ingresaron dos menores de edad con heridas leves. Señalaron que se trata de un “descenso total” en la cantidad de casos respecto a los últimos tres años. En 2019 se reportaron 80, en 2020, 41 y en 2021, 53 casos.
Al el Hospital Oftalmológico Santa Lucía, en San Cristóbal, ingresaron cinco personas y dos de ellas debieron ser intervenidas quirúrgicamente por lesiones severas. La otra presenta heridas leves y las últimas dos son menores de edad cuyas lesiones son leves.
En el Hospital Pedro Lagleyze, en La Paternal, ingresaron dos menores de edad heridos con lesiones severas en los ojos provocadas por el uso de pirotecnia.
La jefa de guardia del Hospital de Quemados, Analía Aloisio, afirmó que el fenómeno de disminución se debe a una caída en la venta de pirotecnia “que viene siendo constante desde hace varios años”.
“Hace 30 años nosotros atendíamos en la guardia para estas fechas unas 400 personas, pero desde hace varios años se redujeron a unos pocos casos", aseguró y agregó que esto se debe a “un mayor control en la venta de fuego artificiales por parte de las autoridades gubernamentales".
Por su parte, el jefe de Guardia del hospital Santa Lucía consideró que “ahora la gente toma mayor conciencia en el uso de pirotecnia" y que “ya no se observa tanto consumo de estos productos como en años anteriores”.
El cese en el uso de pirotecnia es parte de una demanda social que busca proteger grupos de personas altamente afectados por el impacto sonoro, como es el caso de quienes tienen trastornos del espectro autista y otras neurodivergencias. También crecieron en redes las campañas para cuidar a los animales que sufren con las explosiones.
Por su parte, desde la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (CAEFA) -junto a la representación sindical del sector y organismo públicos- este año se buscó impulsar una vez más el uso responsable de una “pirotecnia amigable” a través de la campaña “La nueva tradición: Fuegos Artificiales Amigables”.
Mario Ruschin, titular de CAEFA, explicó que el objetivo es “alentar el uso de fuegos artificiales de luces con muy bajo impacto sonoro”, asi como también la reducción en la compra de productos como las bombas de estruendo y los petardos.
