Otra noche clásica y moderna con Miranda!

Arrancó con un megahit y cerró con una muy especial para sus fans más fieles. Ale Sergi y Juliana Gattas demostraron en el Movistar Arena por qué son reyes del pop.

Todo el mundo sabe lo que va a pasar y se entrega a ello: cuando Miranda! sube al escenario explota una fiesta pop que -al igual que la tradicional cafetería porteña- es "clásica y moderna". ¿Por qué? Simple: los hits que ya cumplieron varias décadas de vida no sólo siguen vigentes sino que se renuevan con colaboraciones junto a nuevas reinas de la música popular como lo son Maria Becerra y Lali.

Ale Sergi y Juliana Gattas entraron al Movistar Arena en un cisne gigante, atravesando el campo desde el fondo y hasta el escenario. Sí: cual carroza de un carnaval en Rio de Janeiro o Gualeguaychú, revolucionando a toda la gente que estaba tanto en el campo como en las plateas. Parece algo simple pero resulta impactante y emociona. Genera una adrenalina diferente. Es el primer paso de un espectáculo que está pensado de principio a fin como una fiesta. Y está bien que sea así porque Miranda! merece celebrar el momento en el que se encuentra: agotaron todos los shows que pusieron a la venta, sacudieron a la industria con su "Hotel Miranda!", conquistaron más público joven por sus feats con Maria, Lali, Emilia, CA7RIEL, ganaron un Premio Gardel de Oro por ese disco, esa apuesta.

"Ya lo sabía" fue lo primero que sonó en la noche del jueves 20 de junio, Día de la Bandera y debut de la selección nacional en la Copa América. Y, nobleza obliga, debemos decir que la burbuja pop que nos envolvió hizo que nos olvidáramos de todo lo que existía por fuera de ese lugar que recibe a bandas y solistas del mainstream local y extranjero. Había bolas de boliche por todo el techo del estadio y la puesta del escenario estaba armada cuidadosamente para que se lucieran los detalles.

El concepto de "clásica y moderna" se vio también ahí: en lo que pasaba arriba del escenario. Si bien las pantallas led fueron fundamentales, como sucede de un tiempo hasta acá en los recitales, hubo mucho de "show tradicional": las coreografías de un cuerpo de baile que tenía mucho de contemporáneo y comedia musical nos hacían sentir en un teatro. Y la música fue un mix perfecto entre las pistas disparadas desde otro lugar con instrumentos orgánicos sonando en vivo: había una baterista y un guitarrista que acompañaban a las voces perfectas del dúo pop. Los feats también se manejaron con ese equilibrio: la presencia de Lali, Maria, Emilia, Calamaro, Dillom estuvieron mediante uso de la tecnología pero para "Traición" se hicieron presente -en cuerpo y alma- Emmanuel Horvilleur y Juan Ingaramo (quien abrió la noche como banda soporte).

Como decíamos al principio: hay una suerte de pacto implícito en el que la banda da su público lo que está esperando. Por eso sonaron temones como "Tu misterioso alguien", "Perfecta", "Prisionero", "Hola", "Yo te diré" o "Don". En el medio sumaron un bloque lento y cerraron con "Romix", después de agradecer a quienes están siempre y -en boca del propio Sergi- aclarando que si bien siempre son recibidos con mucho amor por públicos de otros países el reconocimiento y energía que le da la gente de la Argentina es lo mejor que les puede pasar. Todo fue una fiesta y no es de sorprenderse porque "Es Miranda!, mi amor".

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