De perfil bajo y acción efectiva, el defensor de la Selección Argentina fue elegido por L’Equipe como uno de los 11 mejores jugadores de Qatar.
El diario francés L’Equipe, que entrega anualmente el Balón de Oro al mejor jugador de la temporada, eligió al equipo ideal del Mundial Qatar 2022 e incluyó entre los 11 jugadores a tres argentinos: el indiscutible Lionel Messi; la revelación joven del torneo, Enzo Fernández; y el defensor que, silencioso pero constante, defiende los colores de la patria desde el 2016: Marcos Javier Acuña.
De Acuña siempre se destaca su actitud humilde. De bajo perfil, es un jugador efectivo, pero sencillo, que defiende a capa y espada el arco de su equipo.
El Huevo, apodo popular del defensor, nació en la ciudad de Zapala, en Neuquén. Allí, en uno de los puntos más norteños de la Patagonia, Acuña es querido e idolatrado por todo el mundo, por ser el primer neuquino en jugar con la camiseta de la Selección nacional. Dicen que de chico, luego de sus inicios futbolísticos en Olimpo y su paso por Tiro Federal, llegó a Don Bosco para jugar un torneo provincial con una humildad y una generosidad llamativas. “Un chico de pueblo que nunca se creyó más que nadie, por eso se le abrieron tantas puertas”, lo describió Gabriel Rouret, el entonces entrenador y posterior amigo del reciente campeón del mundo.
Cristian Querci, compañero suyo de Don Bosco, recordó alguna vez que Acuña siempre se destacó por su vivaz tenacidad y que, con el correr del tiempo, se transformó en la figura del equip, donde se afirmó como volante ofensivo.
A los 17 años, el padre de un compañero le consiguió una prueba en Ferro. Allí, Acuña avanzó paso a paso. Jugó en Cuarta y Quinta división y, finalmente, debutó en la Primera el 16 de abril del 2011, en un partido por el campeonato de Primera B Nacional. En ese encuentro ante CAI de Comodoro, jugó como enganche. Con el tiempo, fue adelantándose en el campo para jugar como volante o extremo y en las temporadas 2013 y 2014, empezó a brillar por las asistencias que hacía a sus compañeros de equipo.
Así fue que el Huevo terminó jugando en Racing, donde no tardó en hacerse querer: el mismo día que debutó, en un partido de la Copa Argentina contra San Martín de San Juan, en julio del 2014, sentenció la victoria del club al convertir un gol de cabeza. Ese mismo año, Racing salió campeón del torneo de transición, y Acuña formó parte del grupo que dio la vuelta y sacó al club de una racha de 13 años sin títulos.
El 21 de octubre del 2016, Acuña fue convocado por Edgardo Bauza para jugar las eliminatorias del Mundial Rusia 2018. En el segundo partido, frente a Colombia, ingresó al campo de juego a los 39 minutos del segundo tiempo, debutando con la albiceleste, que ya no abandonaría hasta consagrarse campeón en Qatar 2022.
Jorge Sampaoli lo llamó otra vez en 2017 para disputar amistosos, y en 2018 para Rusia 2018, Mundial en el que sólo jugó el partido contra Croacia, en el que Argentina perdió 3 a 0.
Después de tres temporadas en la Academia, el argentino llegó a jugar a Europa de la mano del Sporting Clube de Portugal, donde se consagró campeón de la Copa de la Liga de Portugal en el 2018 y el 2019.En septiembre del 2020 firmó un contrato por cuatro temporadas con el Sevilla F.C. de España.
Su rol en la defensa en la Selección Argentina volvió a brillar con la dirección de Lionel Scaloni, que lo convocó para disputar la Copa América 2021. Alternó en diversos partidos el puesto de lateral izquierdo con Nicolás Tagliafico, y en la final del torneo participó como titular. Ese día, Acuña formó parte del emotivo logro que marcó contundentemente el camino de la Scaloneta: la victoria de Argentina frente a la Selección de Brasil, con 1 a 0 en el Estadio Maracaná. Fue un hito en la historia del fútbol nacional por consagrar finalmente a la selección comandada por Lionel Messi como campeona, recuperando el título después de 28 años.