No le importó que la marcha federal haya sido tan masiva como la de abril. El Presidente insistió con que no se haga «populismo» y se defienda a rajatabla el déficit fiscal.
La clase media volvió a salir a las calles en defensa de la universidad pública. Estudiantes, docentes, no docentes, gremios, partidos políticos y familias enteras autoconvocadas (incluyendo jubilados y jubilados que semanas atrás estaban reclamando, también, por sus ingresos) dijeron presente frente al Congreso para dejar en claro que existe una unión democrática en favor de la educación. De hecho en la manifestación se cruzaron tanto el ex ministro de Economía y candidato por Unión por la Patria, Sergio Massa (quien llevaba mucho tiempo sin mostrarse en público), con dirigentes del otro lado del arco político, como lo es el ex jefe de gobierno porteño (y precandidato a presidente) Horacio Rodríguez Larreta. Todo el mundo se mostró en contra de lo que se sabía que ocurriría horas después: el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario aprobada en el Congreso, mediante la cual se aumentaba el presupuesto para funcionamiento y sueldos.
La decisión del presidente libertario quedó ratificada a primera hora de hoy, cuando salió el Boletín Oficial. El decreto indica que «el proyecto de ley sancionado por el honorable Congreso de la Nación es manifiestamente violatorio del marco jurídico vigente, en tanto no contempla el impacto fiscal de la medida ni tampoco determina la fuente de su financiamiento», y que “dar cumplimiento a la medida sancionada dificultaría gravemente la sostenibilidad de las finanzas públicas de la República Argentina, ya que significaría la necesidad de obtener una fuente de financiamiento extraordinaria, imprevista, a efectos de afrontar su costo”.
Además, asegura que “que el proyecto de ley en análisis no pretende defender ni garantizar la protección y el sostenimiento del financiamiento de las Universidades Nacionales, sino que procura dañar al gobierno políticamente.”