La artista española compartió en redes imágenes de cuando tenía 13 años y contó una historia sobre la ropa que llevaba puesta.
Rosalía publicó este lunes en su cuenta secundaria de Instagram siete fotos que le enviaron repentinamente el día de navidad. En las tres publicaciones que realizó se la puede observar a una muy temprana edad cantando en una reunión o evento reducido.
El primer posteo la muestra con las manos dentro de los bolsillos de una campera blanca de Adidas, un short de jean y medias largas negras, junto a un hombre más grande que toca la caja peruana. Es una foto que, a todas luces, pertenece a otra época.
“Me acaban de mandar esta foto FELIZ NAVIDAD”, escribió la superestrella española como pie de foto.
A esa publicación siguieron dos más, con tres fotos cada una, que permiten espiar a una Rosalía casi preadolescente experimentando por primera vez lo que se transformaría para ella en un estilo de vida.
“Esta era una de mis primeras actuaciones y definitivamente la primera fiesta en la que me contrataron”, contó la artista. “Tendría yo 13 años, me encantaba Camarón pero también Missy Elliot por eso en la tercera foto llevaba la chaqueta de Missy Elliot en colab con Adidas”, comentó y confesó que la hacía sentir “como una superheroina” llevarla.
“Creo que tenía bastante miedo porque era de las primeras veces que cantaba en público, por eso empecé a cantar con la chaqueta puesta”, concluyó el breve mensaje la cantante.
La aclaración sobre sus gustos musicales habla mucho de la estética que Rosalía cultivó a lo largo de su carrera y la llevó a ser una de las cantantes de habla hispana más exitosas del mundo.
Camarón de la Isla, cuyo nombre real era José Monje Cruz, fue un cantaor gitano extremadamente famoso de España, considerado por algunos especialistas el mejor de la historia contemporánea del género y una figura central dentro del mundo del flamenco. Hablar de Camerón es como hablar del adn de la música tradicional española.
Missy Elliot, por otro lado, es una cantante, productora, compositora y rapera de Portsmouth, Virginia, Estados Unidos. Ganadora de cuatro premios Grammy, incluida en el Salón de la Fama de los Compositores —la primera mujer rapera en ingresar— la apodada “diosa del rap” es un ícono de finales de los 90s y principios de los 2000, que navega dentro del hip hop y el R&B.
El comentario de Rosalía sintetiza el espíritu que subyace a la peculiaridad de su música (el que causó polémicas y le supuso severas críticas, el que ella misma describió y defendió en más de una ocasión): la alianza entre la tradición y la contemporaneidad.
“Soy igual de cantaora (dale, dale) // Igual de cantaora con un chándal de Versace que vestíita de bailaora” canta Rosalía en el track “Bulerías” de ”Motomami” y traduce esta visión a una metáfora sobre la ropa. No pone distancias, sino que acerca el vestuario de cantaora y la ostentación de las grandes marcas típica del universo del hip-hop.
“Que Dios bendiga a Pastor y Mercè, a la Lil’ Kim, a Tego y a M.I.A” pronuncia después, entrelazando en un mismo agradecimiento a íconos del flamenco español y de la música urbana estadounidense.
Esta navidad, Rosalía le regaló a sus seguidores “toda una reliquia” que saca a la luz un momento embrionario para su carrera, y un detalle personal que reafirma la voluntad de construir su obra como si se tratara de un gran collage.
Un pie de foto alternativo para este regalo podría ser la frase que la estrella pop le explicó al YouTuber español Jaime Altozano como una forma de decir que a le interesaba una variedad musical extremadamente amplia, desde el barroco clásico, hasta el trap norteamericano: “Rosi season coming, Uzi y Albinoni”
