La mitad de los menores que viven en barrios populares sufren malnutrición

El 40% de los niños dejó de realizar una comida por falta de recursos, mientras que el 48,6% tienen sobrepeso, obesidad o baja estatura, según un informe de la Universidad Popular Barrios de Pie.

Un informe de la Universidad Popular Barrios de Pie, que analizó en el marco de la Campaña Nacional por la Emergencia Alimentaria la situación de los sectores más vulnerables, arrojó que hay una malnutrición global del 48,6% entre niños y adolescentes. Según el estudio, al que accedió Datta, las alteraciones más frecuentes son la obesidad (24,5) y el sobrepeso (20,9%).

Además se registró un 40% de inseguridad alimentaria, es decir que 4 de cada 10 de los menores que integran el universo estudiado dejó de realizar alguna comida por falta de recursos.

El diagnóstico nutricional se realizó a 38.622 niños, niñas y adolescentes que asistieron a espacios comunitarios durante los meses de agosto, septiembre y octubre en 16 provincias del país y la Ciudad de Buenos Aires. Previo a la pandemia, el índice de malnutrición era el 44,1% en la población infantil analizada, por lo que en comparación con el último estudio, realizado en 2019, se evidencia un aumento marcado en la estadística.

La directora de la Universidad Popular Barrios de Pie, Lucía Bianchi, explicó en diálogo con Datta que “la malnutrición por exceso que vemos en nuestros barrios suele combinar sobrepeso u obesidad con carencia marcada de micronutrientes esenciales».

«En especial durante las etapas más tempranas de la vida, esto suele afectar el desarrollo neurológico y el crecimiento de los niños”, advirtió Bianchi, y explica que el impacto directo en la salud significa también una peor capacidad inmunológica que facilita la aparición de infecciones, la merma de la capacidad intelectual y el desarrollo del aprendizaje, además de problemas físicos como trastornos gastrointestinales y mayor riesgo de trastornos psíquicos como depresión o ansiedad. 

El impacto de la malnutrición en cifras

En el informe se especifica que la baja talla que se observa en la población infantil vulnerada, que suele ser producida por desnutrición crónica, alcanza el 6,7%, con un fuerte predominio en menores de 2 años (20,2%) y niños de 2 a 6 años (8,9%). Al mismo tiempo, la franja etaria con mayor índice de malnutrición es la que se ubica entre los 6 y los 10 años, que alcanza un 53,0%.

En tanto, advierten sobre los límites del programa de Prestación Alimentar, que solo alcanza a niños de hasta 14 años y deja por fuera la franja de adolescentes y jóvenes donde son mayores los índices de pobreza. “Hay que desarrollar una política integral alimentaria que revierta y supere la situación de emergencia que se vive en Argentina en relación a lo alimentario desde principios del 2000 y que se ha agudizado post pandemia”, explica Bianchi.

Fuente: Informe de la Universidad Popular Barrios de Pie

La situación en los comedores populares

Según el informe, los problemas que vienen enfrentando los comedores y merenderos comunitarios en el último tiempo por falta de abastecimiento de alimentos son un factor clave en la malnutrición registrada.

“La agudización de la situación de emergencia alimentaria está fuertemente asociada al incremento de los precios de los alimentos”, señala la Directora de la Universidad Popular Barrios de Pie, y agrega que “necesitamos mejorar la calidad de los alimentos que llegan a los comedores comunitarios que son quienes día a día garantizan un plato de comida a miles de familias”. 

En este sentido, Bianchi explica que se trata de un problema de desigualdad y distribución de recursos. “Argentina es uno de los países productores de alimentos más importantes del mundo y tiene a casi la mitad de las infancias y juventudes malnutridas”, dice la licenciada y advierte que “es necesario una prórroga de la Ley de Emergencia Alimentaria, sustento de la Prestación Alimentar y los refuerzos de alimentos a los espacios comunitarios”.