Homenajes a Leonardo Favio a 10 años de su muerte

El importante director de cine es recordado por la Municipalidad de Avellaneda y el Ministerio de Cultura de la Nación a través del ciclo Favio 2022, que incluye la emisión de grandes clásicos del cineasta por la pantalla de canal Encuentro.

Favio en el rodaje de «Gatica, el mono».

Se cumple el décimo aniversario de la muerte del popular director de cine Leonardo Favio. A 10 años de su partida, el cineasta sigue siendo una de las figuras más importantes de la historia del cine argentino. Sus 74 años de vida marcaron un antes y un después en la cultura popular.

Para recordar y homenajear al artista, la Municipalidad de Avellaneda y el Ministerio de Cultura de la Nación organizaron el ciclo Favio 2022, que incluyó actividades y eventos a lo largo de todo el año. En ese marco, el jueves 3 comenzó “Amar y ser amado”, un ciclo de cine emitido por la pantalla de canal Encuentro. La primera entrega consistió en la emisión de “El dependiente”. Seguirá el jueves 10 con “Juan Moreira”, el 17 de “Este es el romance del Aniceto y la Francisca…” y cerrará el 24 con “Fuiste mía un verano” de Eduardo Calcagno, en la que Favio actúa. Además, el sábado 5 a las 22:00 se podrá ver por el mismo canal el documental realizado con testimonios de familiares y amigos del artista mendocino, “Corazón que destella colores.”

Leonardo Favio nació con el nombre de Juan Jorge Jury Olivera en 1938, en un pueblo del interior de Mendoza, Las Catitas. 20 años después, luego de mudarse a Buenos Aires, comenzó su camino de artista, actuando en películas como El secuestrador (1958) y Fin de fiesta (1960).

Hoy, la obra de Leonardo Favio es considerada un verdadero tesoro de nuestra cultura en todas sus facetas. Además de desarrollarse como director de cine, fue cantante y actor. Como cantante, fue exponente de una época dorada para la industria discográfica nacional, un popular intérprete de canciones, con proyección latinoamericana, que llegó a vender 45.000 discos por día. Como cineasta creó películas que se ubican en la cúspide de las obras maestras del cine nacional, no sólo para la crítica especializada (que en ocasiones ha seleccionado Crónica de un niño solo (1965), su primer largometraje, como la mejor película de la historia del cine argentino), sino también para el público masivo. Nazareno Cruz y el lobo (1975) fue durante muchísimos años la película más taquillera de nuestra historia.

Su filmografía incluye 7 largometrajes más. Entre ellos, se destacan “Este es el romance del Aniceto y la Francisca…”, de 1966, “El dependiente”, de 1969,  “Juan Moreira”, de 1973 y “Gatica, el Mono”, de 1993. Su última película, “Aniceto”, es del 2008 y se trata de una reversión en clave de ballet del “romance del Aniceto y la Francisca”. Está protagonizada por el exitoso bailarín argentino Javier Piquín.

Además de sus filmes y canciones, parte del legado de Favio consiste en su gran dedicación por retratar los deseos y necesidades de las clases populares a través del cine. La incorporación de mitos, canciones y jergas populares es una de las cualidades distintivas de su obra. Fue un hombre comprometido con la política y con posibilidad hacer un arte que hablara de la realidad sin dejar de lado la experimentación estética.

La apertura del Festival de Cine de Mar del Plata también le dio un gran protagonismo a la figura de Favio, el pasado jueves. Ahí se proyectó el trabajo audiovisual “Favio, pasión y memoria”, se invitó a la actriz Graciela Borges (que trabajó con él en “El dependiente”) a decir unas palabras, y a su sobrina, la cantante Luciana Jury, a interpretar dos de sus grandes éxitos musicales (“Si mi guitarra canta como canta y “Ella ya me olvidó”) junto al músico Lautaro Matute.

Luciana Jury y Lautaro Matute en la apertura del Festival de Cine de Mar del Plata. Foto: Diego Izquierdo.

Otros homenajes realizados a lo largo del año fueron la proyección de sus películas en 35 mm en el Cine Gaumont durante el mes de julio, el homenaje sinfónico realizado en el Centro Cultural Kirchner de la mano de la Orquesta Sinfónica de Avellaneda y el Festival Simplemente una Rosa, basado en su cancionero popular, con sede en Avellaneda.