El gobierno porteño sancionó al vicerrector que habló en una toma del Acosta

Larreta y la ministra Acuña justificaron la sanción a Julio Pasquarelli, vicerrector del Mariano Acosta, al considerar que el discurso que pronunció ante alumnos y docentes durante la toma en septiembre fue un «gesto adoctrinante».

El Ministerio de Educación porteño sancionará a Julio Pasquarelli, vicerrector del Mariano Acosta, por el discurso que pronunció ante estudiantes y docentes durante un abrazo a la institución, el 28 de septiembre.

El discurso fue capturado en un video que se viralizó durante las semanas de lucha estudiantil, en la que 20 colegios de la Ciudad fueron tomados por estudiantes en reclamo por viandas de calidad, mejor infraestructura edilicia, y en contra de las ACAP.

En el discurso, el vicerrector del Acosta habló “en representación de un equipo directivo”, el cual “tiene espaldas suficientemente grandes” para “salir a luchar cuando toquen a un solo padre, a un solo estudiante, a un solo docente.” Además, criticó la estigmatización de la política en los colegios, defiendió la educación pública y dijo que no está a favor de la toma, pero que “la sostienen la falta de mantenimiento, los bajos salarios, el maltrato a los docentes, el disciplinamiento a las familias».

La ministra de Educación porteña, María Soledad Acuña, justificó la sanción en su cuenta de Twitter con el argumento de que se trató de un gesto de “adoctrinamiento”, “una actitud prepotente que está lejos de la ejemplaridad que requiere su rol”, y que “contribuyen a generar violencia y son un claro ejemplo de lo que no tenemos que permitir más en la Argentina».

En el tweet agregó un video que recorta los segundos más vehementes del discurso de Pasquarelli, que duró casi dos minutos y finalizó con el aplauso de los estudiantes.

Larreta advirtió que van a “seguir trabajando para que los chicos puedan pensar libremente” y que “la prepotencia y la violencia no son formas de diálogo».

Por su parte, el diputado Javier Andrade y las legisladoras Maru Bielli y Lu Cámpora, del Frente de Todos, se solidarizaron con Pasquarelli.

¿Qué pasó en el Acosta?

El vicerrector del Mariano Acosta, docente en la institución hace 25 años, contó en una entrevista con La Vaca, en octubre, que el colegio está “hace tiempo en una situación de abandono total” y que “encima si te quejás te tratan de violento y de que los chicos no quieren estudiar». Repitió que a pesar de no estar a favor de la toma, entiende que es “la única manera de visibilizar lo que de todas las otras maneras no pudimos».

Detalló la serie de amenazas a las que se enfrentaron estudiantes, familiares y docentes antes, durante y después de la toma, incluyendo una amenaza de muerte a su persona en el parabrisas de su auto. También comentó que en ese momento, una vez finalizada la medida de fuerza, la Defensoría del Pueblo convocó a Acuña a una reunión para mediar con la comunidad educativa, pero que la ministra no asistió. Luego de eso “siguieron llegándole a las familias telegramas en los que se les intima a pagar más de un millón de pesos por día de toma».

Pasquirelli se encargó de exponer el nivel de precariedad del estado edilicio del Acosta, que a juzgar por la repetición del reclamo en un gran número de instituciones, es un reflejo de lo que sucede en muchos de los establecimientos educativos dependientes del Gobierno de la Ciudad: vidrios que se mueven, se quiebran y se caen, aulas clausuradas por estar en situación de riesgo, humedad en las paredes, falta de calefacción, puertas que no cierran, aulas sin luz, celosías de ventanas que se caen a la calle, entre otras múltiples fallas edilicias.