Así lo consignó un informe de la UIT, que señala brechas generacionales y de género en la posesión de teléfonos móviles y el acceso a la red, agudizadas en los países menos desarrollados.
Según los datos recogidos por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el 95% de la población de países desarrollados tiene un celular y en los países «más pobres» ese índice se reduce al 49%.
El organismo determinó que la región con mayor conectividad es Europa, en donde un 89% de la población tiene acceso a Internet, mientras que en África el porcentaje se reduce a un 40%.
Sobre el total de la población global, casi las tres cuartas partes de las personas que tienen 10 o más años poseen un teléfono movil y el grupo etáreo que va de los 15 a los 24 años representa una potente fuerza de conectividad, teniendo acceso a internet un 75% de la población joven.
Sin embargo, el estudio advierte que, aún hoy, tener un celular no implica necesariamente poder conectarse a la red.
Por otro lado, la brecha de género que opera sobre casi todos los ámbitos de la vida social también se refleja en la conectividad: el porcentaje de mujeres que usan Internet es menor al de hombres: 65% y 69%, respectivamente. Esto significa que hay 259 millones de mujeres menos que de hombres con acceso a la red.
Tanto la brecha generacional como la brecha de género se agudizan en países con economías de bajos ingresos.
El informe publicado por la UIT, organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), señala que los teléfonos celulares son el dispositivo más común para acceder a Internet y, por lo tanto, el porcentaje de personas que poseen uno sirve de indicador para analizar la disponibilidad y el acceso al servicio.
De todos modos, las cifras indican que el aumento en la cantidad de usuarios de celulares no se corresponde totalmente con la conectividad. Pese a encontrarse en alza, el acceso a Internet no crece con la rapidez y equidad necesarias, siendo grande la brecha entre la accesibilidad en los países ricos (95%) y los menos desarrollados (49%).
Según el informe, y como es de esperarse, la pandemia y el aislamiento «forzaron a cientos de millones de personas a trabajar o estudiar en línea, lo que disparó la conectividad».
«Se calcula que 5.300 millones de personas, el 66% de la población mundial, utilizan internet», consigna el estudio, a la vez que afirma que hay «demasiadas personas» que todavía viven sin poder acceder a la red.
En un mundo en el que más de la mitad de la población usa Internet, los servicios de banda ancha móvil tienen precios que se mantienen por encima de las posibilidades de los consumidores medios de la mayoría de las economías de bajos ingresos. Según constata el informe de la UIT, el plan básico de datos móviles en esos países «cuesta en promedio un 9% de los ingresos medios». Esto es así aún en el marco de una disminución del promedio del precio de tal servicio: durantel el 2022, bajó del 1,9% al 1,5% del promedio de ingreso nacional bruto per cápita.
Frente a este fenómeno, el organismo de la ONU llamó a todos los países a garantizar un «acceso asequible» a la banda ancha.
«Tenemos que seguir trabajando para que Internet sea cada vez más asequible, incluso ahora que la caída a nivel mundial en la economía empeora las perspectivas de muchos países», expresó en el comunicado Houlin Zhao, el secretario general de la UIT.