Dillom, un performer

Presentó "Por Cesárea" en el Luna Park con una puesta en escena analógica, una presencia escénica poderosa e invitados de lujo. Un show casi teatral.

Foto: @juligarciafotografia

Por Irene Polimeni Sosa

Dillom realizó su primera presentación de "Por Cesárea" en un Luna Park revoltoso y excitado. Con una puesta en escena analógica, una presencia escénica poderosa, un público comprometido e invitados de lujo, el poeta maldito del la generación Z celebró una noche consagratoria más en su carrera. Un show casi teatral de pibe de 23 al que ahora la Rolling Stone sí le da la tapa.

El miércoles 19 de junio a las 18:50, las filas para entrar al Luna Park ya estaban explotadas. Miles de jóvenes esperaban para poder entrar. Vestidos casi por regla de negro y combinando rastros de las diferentes tendencias emo-punk-alternativas que se han sucedido los últimos 50 años, el público hizo gala de eso que lanzó a Dillom meteóricamente al centro de la escena nacional en tiempo récord: una combinación entre descaro y sensibilidad extrema, una reivindicación comprometida de la oscuridad.

Cuando Dylan León Masa presentó Post Mortem por primera vez en el Lollapalooza, le voló la peluca a todo el mundo no sólo por su espectacular combo sonoro, sino también porque había una meticulosa puesta en escena que acompañaba el show para construir un relato crudo y envolvente. Sus siguientes presentaciones en Vorterix y el Luna Park profundizaron esa apuesta a la dirección escénica. Por Cesárea es un escalón más en una forma de encarar el vivo que no se conforma con lo que dicta el mainstream.

La ausencia de visuales digitales no se deja extrañar: hay proyecciones analógicas, un marco que encuadra el escenario y combina con el corazón que cuelga sobre el centro del estadio, construidos con fibras de vidrio, bolsas de arpillera y retazos de una tela que simula ser piel muerta. Y, sobre todo, hay un Dillom plantado a nivel interpretativo.

Cada canción del disco nuevo tiene una serie de elementos sencillos pero efectivos que el artista combina con movimientos singulares para crear cuadros escénicos que catapultan lo que quiere transmitir la canción. Vestuarios, globos, cuchillos, máscaras, movimientos físicos: todo ayuda a que Dylan encuentre la voz necesaria para cada momento. Señores y señoras, Dillom no está sólo cantando o rapeando, está actuando, está interpretándolas.

Foto: @ligiamajul

Así es que Por Cesárea no es sólo un show musical, sino performático, casi teatral. Y aunque las canciones de Post Mortem y AD HONOREM Vol I aparecen intercaladas con lo nuevo para cortar un poco la narrativa, alterar al público y generar explosiones poguísticas, no impiden que el relato se transmita: oscuro, paranoico, triste y revulsivo.

La Post Mortem Band y Fermín desata la euforia en temas como "COYOTE", "POST MORTEM", "MICK JAGGER", "PELOTUDA" y "RILI RILI"; hacen que el público se entregue a las melodías de "La Novia de mi Amigo" (junto a Juan López), "LA PRIMERA" y "Mentiras Piadosas", en la que Broke Carrey pone la voz con dulzura. Fermín, eslabón importante en la producción del nuevo álbum y el Cuarteto Divergente de cuerdas acompañan versiones especiales de “Últimamente”, “Cirugía”, “220” y “Ciudad de La Paz”.

"La Carie" rompe todos los termómetros de griterío cuando Lali se sube al escenario y, con una presencia escénica sin fisuras, enrarece la atmósfera y orquesta un momento inolvidable junto a el Cuarteto Divergente de cuerdas. Si bien Calamaro no aparece personalmente, Dillom lo evoca con cariño al entonar la primera frase de "Mi Buenos Aires Querido", le dedica unas palabras y se calza unos lentes propios del estilo del Salmón a la hora de interpretar "Mi Peor Enemigo"

Foto: @irishsuarez

Es casi sobre el final del show que Dylan agradece al público de manera genuina y sencilla, con su típica vibra descontracturada. Entonces se evidencia con fuerza la labor interpretativa que estuvo desplegando sobre el escenario hasta ahora. "Qué nochón, la puta madre. Tenemos que disfrutarlo. Yo la esto pasando re bien", dice y, sin dejar de mencionar la difícil situación económica y agradecer que la gente haya pagado una entrada para ver su show, asegura que su público es el mejor que podría desear un artista.

Por Cesárea es una propuesta con todos los signos de la producción independiente, que invita a recorrer el descenso psíquico de un personaje extremo, y nos permite conectar con los rastros violentos, dolorosos y terribles de nuestras propias experiencias. Dillom dijo cuando arrancó a promocionar el disco que no eran tiempos en los que se sintiera cómodo ofreciendo relatos alegres sobre la vida. Y en este territorio en el que la estética del punk y la del rock se codean con los hallazgos del trap y la voluntad espectacular del pop, hay una grieta por la que entra incontenible el escenario político. "La patria no se vende" y "el que no salta votó a Milei" se alternan con "salten putos" y "ole ole ole Dillom Dillom" en un público que parece unánime en su deseo de no sólo escuchar, sino participar, gritar, devolver algo de energía.

Dillom volverá a presentar Por Cesárea este jueves en una fecha del Luna Park para la que también agotó las entradas en minutos. El artista adelantó que hará un importante anuncio, por lo que sus seguidores esperan con ansias el segundo show del doblete.

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