«Si le das sopa quien vive en la calle, lo acomodás en la pobreza»

La frase fue pronunciada por el secretario de Seguridad de la Ciudad, Diego Kravetz, quien también sostuvo que «la cabeza del cartonero ya de por sí es diferente».

El secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Kravetz, está en boca de todos por sus dichos estigmatizantes y discriminatorios sobre las personas en situación de calle y vulnerabilidad. El funcionario sostuvo que “si le das comida a una persona de la calle, lo acomodas en la pobreza” y que “la cabeza del cartonero ya de por sí es distinta al resto de los ciudadanos por su tipo de trabajo”. 

El ex intendente interino de Lanús dio una entrevista en radio Futuröck y allí afirmó que “es chocante para una persona tener a alguien viviendo en el palier de su edificio”, aunque sin comunicar una solución al respecto para mejorar la vida y las condiciones de esas personas que fueron empujadas a la calle. Sus declaraciones se dieron en el marco de un pasaje de la entrevista en el que se refirió a que en la Ciudad hay “un tema convivencial” que solucionar.

“Hay muchísima gente en situación de calle en la Ciudad. Hoy tenemos más de 4.500. Hay un tema convivencial en donde tratamos de darle una vuelta de tuerca, la situación de calle es una situación muy penosa y romantizarla es hacer pobrismo”, comenzó a plantear, para luego establecer una segmentación: “Hay distintos tipos de personas en situación de calle, los que son complicados son los que hacen rancheadas porque suelen hacer cosas ilícitas. Hay un montón con problemas psiquiátricos y de adicciones y hay que abordarlos de otra manera”. En ese contexto mantuvo que “es difícil la convivencia”.

“Nosotros somos el Estado y tenemos que hacer cumplir las reglas de convivencia. La Ciudad es la única jurisdicción con paradores y no están en su totalidad ocupados, pero no es porque falta gente para ocuparlos es porque no se vienen a ocuparlos”, argumentó, afirmando que eso se debe a que “protestan por la situación en los paradores porque tienen reglas”. En ese momento pasó a referirse a los cartoneros, de quienes afirmó que su cabeza “ya de por sí es distinta al resto de los ciudadanos por su tipo de trabajo, como el de la gente que vive en situación de calle” y que por eso el parador te desacomoda porque te estructura la vida distinta a lo que vos estas acostumbrado en la soledad”. 

En esta línea, cuestionó la solidaridad de la ciudadanía: “Si como vecino le das un plato de sopa caliente a la persona que vive en la calle, lo acomodás en la pobreza y es un circuito no virtuoso”.