La activista sueca fue llevada por tres policías durante una protesta contra la expansión de una mina de carbón a cielo abierto.
La activista ecologista sueca Greta Thunberg fue detenida este martes junto a otros manifestantes durante una protesta contra la extensión de una mina de carbón en el oeste de Alemania, anunció la Policía alemana. "El grupo (de manifestantes) está detenido", afirmó una vocera de la Policía, que agregó que los detenidos "se separaron de la manifestación" y corrieron hacia el borde de un pozo abierto.
Thunberg, que fue detenida por primera vez desde sus comienzos como activista climática, se encuentra en Alemania desde hace algunos días para apoyar a los manifestantes concentrados en el pueblo abandonado de Lützerath que se oponen a la extensión de una mina de carbón a cielo abierto, la más grande de Europa, propiedad del gigante energético europeo RWE.
La joven activista fue trasladada por tres policías y sostenida por un brazo en un lugar más alejado del borde de la mina donde anteriormente estaba sentada con el grupo. Luego fue escoltada de regreso a las camionetas de la policía y se la vio sentada sola en un gran autobús.
El sábado pasado, una protesta en rechazo a la extensión de la mina reunió a más de 15.000 personas, según la Policía, y unas 35.000 personas, según los organizadores. La manifestación derivó en enfrentamientos que dejaron decenas de heridos, y activistas acusaron a la Policía de haber ejercido "violencia pura".
Greta había compartido en sus redes sociales imágenes que mostraban los desalojos policiales por las protestas anti mineras en Alemania. “Lo que estamos viviendo hoy y los últimos días es puro #ViolenciaPolicial. Estamos conmocionados por cómo está procediendo la policía y condenamos este comportamiento. Nos mantenemos firmes porque sabemos por lo que luchamos #JusticiaClimática!”, decía el tweet.
El origen del conflicto
Hace más de dos años que manifestantes alemanes se encuentran en Lützerath y ocupan las casas abandonadas por los antiguos residentes que fueron desalojados para dar paso a la mina. La mayoría de los edificios de la aldea ya fueron vaciados y reemplazados por máquinas excavadoras.
Los activistas acusan al proyecto minero y su expansión de aumentar las emisiones generales y recuerdan que se estarían violando los objetivos del Acuerdo Climático de París para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados. Por su parte, RWE y el Partido Verde de Alemania rechazan la acusación aunque varios informes climáticos dejaron en claro la necesidad de acelerar el desarrollo de la energía limpia y la transición lejos de los combustibles fósiles en los últimos años.
Estudios recientes también sugieren que es posible que Alemania ni siquiera necesite la enegía de esas minas de carbón adicionales. El lignito que se extraería a cielo abierto es el tipo de carbón más contaminante. Además, un informe de agosto de la plataforma de investigación internacional Coal Transitions encontró que incluso si las plantas de carbón operan a una capacidad muy alta hasta el final de esta década, ya tienen más carbón disponible del necesario de los suministros existentes.
El plan de la empresa RWE para continuar con el proyecto es construir una valla perimetral de 1,5 kilómetros alrededor del pueblo, bloqueando las entradas de los edificios, las calles y las alcantarillas del pueblo para su demolición, una vez desalojada la ocupación de los activistas.