Cuarta gala de eliminación en Gran Hermano

Con poco más del 88% de los votos, Juan se convirtió en el cuarto eliminado del reality. Es el segundo participante más votado para irse de toda la historia del programa, detrás de Nadia Epstein que se fue con el 93% de los votos en la edición del 2007.

Ayer tuvo lugar una nueva gala de eliminación de Gran Hermano en la que Juan terminó coronándose como el segundo participante más votado para irse de la casa de toda la historia del programa con un 88% de los votos. Solo se ubica detrás de Nadia Epstein, quien se fue de la edición del 2007 por decisión del público con el 93%.

Muy atrás quedó Alfa, su peor enemigo, con quién había quedado mano a mano a la espera de la definición. El participante se quedó con un cómodo 11%. Agustín, Nacho y Daniela fueron los primeros en salvarse, con un porcentaje de apenas un dígito.

De esta manera, sigue desintegrándose el grupo que se autodenominó «los monitos». Cabe recordar que los anteriores eliminados fueron todos participantes que lo conformaban: Tomás, Martina y Mora . El único que queda adentro es Nacho, quién rompió en llanto al momento de despedirse de su amigo. Otra de las que reaccionó apenada fue «La Tora», quién minutos después de que se fuera atacó a Alfa, se puso a llorar por la bronca y corrió al confesionario, según lo estipulado, a realizar la espontánea.

Juan hizo campaña toda la semana para que se vaya Alfa, aprovechando que el hombre quedó en el ojo de la crítica por el suceso ocurrido con Coti. De hecho, minutos antes de abandonar la casa, afirmó estar «confiado» de que se quedaba. «Estoy seguro de que la gente ve todo. Si me quedo, significa que la gente como sociedad está echando a una persona que hizo bullying y trató muy mal a una compañera. Me da mucho tristeza y bronca lo que vi y no lo comparto», aseguró Juan.

Ya en el piso junto a Santiago del Moro, el participante dijo que se trataba de un juego y que él fue a «cumplir un sueño. No lo cumplí, pero la pase bien», antes de abrazarse con sus seres queridos. Luego, se quebró al hablar por videollamada con su hijo, que vive en España. «Perdón… perdón por no llegar. Te amo», le dijo, llorando.