Cuando las raíces también juegan fuerte en el mainstream

Peso Pluma tocó en el Movistar Arena y dejó en claro que los sonidos que parecen muy regionales también pueden ser un éxito mundial. 

Por C. D.

PP es pop. PP es mainstream. PP es uno de los más escuchados en todo el mundo. PP logra todo esto haciendo corridos tumbados. 

El fenómeno podría compararse con lo que ocurrió con Rosalía, una artista sub30 que abraza al flamenco y si utiliza autotune lo hace solo de a ratos y lúdicamente, como si fuera un filtro de IG en una historia que dura segundos. Pero, bueno, en realidad Rosalía no es una artística «folklórica» en sí: ella se mueve dentro del pop como pez en el agua y su show en vivo parece un gran videoclip de esos que otrora se veían en MTV. 

Con «la doble P», Peso Pluma, pasa lo mismo: no utiliza autotune y si bien -al igual que Rosalía- la puesta en escena es minimalista, logra un espectáculo enérgico de manera natural. Eso sí: a diferencia de muchos íconos pop del momento, Peso Pluma tiene una banda tocando a su lado.

Este jueves 7 de diciembre el mexicano tocó por primera vez en la Argentina. La cita fue en el Movistar Arena, organizado por DalePlay, y el artista se mostró feliz. «Qué chingón estar con los campeones del mundo», reconoció al principio de la noche, mientras el público lo arengaba. 

El primer invitado que tuvo Peso Pluma fue Milo J, quien días antes había estrenado su álbum debut y que en marzo tocará dos días seguidos en ese mismo venue. La canción compartida entre ellos -y toda la obra del joven argentino- también se puede incluir en esa elección musical de la canción orgánica, sin efectos raros, con protagonismo de la voz (tanto en sonido como en contenido porque las letras buscan dejar un mensaje). 

El segundo invitado fue BZRP, quien en realidad llegó para el último tema de la noche (segundo bis después del mega hit «Ella Baila Sola», que lo hizo tan popular a PP). 

Arriba del escenario lo acompañaron a PP un contrabajista, dos guitarristas, un bajista y un set de tres vientos (trombón y dos tubas). También hubo un cuerpo de baile de chicas y chicos. Él salió primero con un jogging celeste y una musculosa blanca. Luego, para reforzar esa idea de que le gusta nuestra bandera, salió con un short de fútbol y una camiseta argentina con tres estrellas en el pecho y el nombre de Messi en la espalda. 

Abajo del escenario lo acompañaron algunas personas que él seguramente esperaba: Nicki Nicole a la cabeza, viendo el show desde uno de los palcos VIP -aunque no subió a cantar Por las noches con él. También dijeron presente un puñado de mexicanos y mexicanas que viven acá y que llevaron sus banderas y camisetas de selección puestas. 

Había chicos bien peques, adolescentes, treintañeros y gente más grande, también. En la previa estuvo Dani, a quien conocemos del Quinto Escalón, y sonó una playlist salsera entre el show apertura y el de PP. ¿Hay un revival de sonidos? Posiblemente sea así porque el pop, tal como lo hace de vez en cuando con la música country de los Estados Unidos, ahora parece tener un enamoramiento con la música popular y folklórica de la comunidad latina.