«Yo soy del pueblo»

«Y de ahí no me muevo”, dijo Cristina Kirchner en un acto masivo en Plaza de Mayo, a 20 años de la asunción de Néstor Kirchner como presidente.

En una Plaza de Mayo colmada a pesar de la lluvia desde el mediodía de este 25 de mayo, Cristina Fernández de Kircher encabezó el acto en conmemoración a la asunción presidencial de Néstor hace 20 años. Luego de entonar el himno nacional, la vicepresidenta recordó que con la victoria del 22% de Kirchner, el primer gobierno de Néstor recibía un país en crisis.

«En estos tiempos en los cuales se habla tanto del Estado, un Estado pequeñito que no moleste, que deje que los argentinos vivían en paz, les recuerdo que cuando él llegó después de la crisis del 2001 el Estado era chiquitito. Y la deuda era muy grande«, comenzó Fernández.

La vicepresidenta recordó también el esfuerzo que hizo el ex presidente por reestructurar la deuda soberana «defaulteada» más grande de la historia. «Era la deuda que había sido estatizada en el 82 cuando se iba la dictadura militar, y la que se contrajo en los 90 para sostener la falsa convertibilidad», explicó la vicepresidenta.

En esa línea también resaltó que, en contraste con los «supuestos genios de la economía» que contrajeron la deuda e intentaron sostener la dolarización de la moneda nacional, «Néstor era un simple abogado, como yo. Pero fuimos los kukas los que pagamos los depósitos a plazo fijo con el Boden 12».

“Pagamos durante 12 años y medio 100 mil millones de dólares de deuda que no habíamos contraído nosotros. ¿Fue magia? ¿Somos unos genios? No, fue el modelo de producción, de valor agregado, de inclusión social, de sostenimiento de la industria nacional, de buenos salarios«, agregó la vicepresidenta y recordó que aquél gobierno terminó con el mejor salario en dólares de toda latinoamérica y la mayor participación de los trabajadores en el PBI de más del 51%.

Continuando con el apunte económico, Fernández agregó que «no podemos seguir atados a una economía primarizada, atados a los precios externos, dependiendo de si sale o no el sol. Necesitamos articular lo público y lo privado para agregar valor, para incorporar tecnología”.

La vicepresidenta marcó la importancia de tener esa discusión en el país en contraste con “las boludeces que se hablan todos los días en los medios de comunicación».

En un momento emotivo, Kirchner recordó la el 2015 cuando «nos despedimos, pero no para siempre». Y agregó que «para una militante política de mi generación, después de tres períodos de gobierno, haber podido decirle a los argentinos que le dejabamos un país mucho mejor que el que habiamos recibido era una muestra de orgullo».

En línea con el repaso histórico, la vicepresidenta recordó que en 2019 «recibimos nuevamente endeudada la argentina en dólares» y que Argentina fue en 2016 y 2017 el país del mundo que más deuda tomó en dólares. En ese sentido se refirió al actual gobierno y apuntó que «aún a pesar de los errores este gobierno es infinitamente mejor al que hubiera sido otro de Mauricio Macri. No tengo dudas».

Con la mira puesta en el presente, Fernández dijo que el problema que enfrenta el país hoy es la distribucion del ingreso y que «muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho», apuntó como solución.

«¿Por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Porque nunca fui de ellos, ni lo voy a ser. Hagan lo que hagan, me quieran meter presa o me quieran matar, yo soy del pueblo y de ahí no me muevo», reflexionó en referencia al intento de magnicidio que sufrió la exmandataria en 2022.

En ese sentido agregó que es fundamental renovar el pacto democrático y «volver a darle al país un Poder Judicial que se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia argentina». Por eso, más allá de la orientación política de los juristas, Fernández resaltó que los argentinos merecen volver a tener una Corte Suprema de Justicia «que sea llamada como tal sin ponerse colorada”.

La exmandataria también reflexionó sobre el auge de los discursos de odio y dijo: “Cuando dicen hay que acabar con el peronismo o el kirchnerismo, por favor: con ganarle alcanza. ¿Por qué tenemos que llegar al exterminio del otro? Se los digo como parte de una generación que finalmente fue devorada en la vorágine de la violencia política.

Como contramedida, la vicepresidenta llamó a formar cuadros políticos que tomen la posta y «lleven el programa que necesita la argentina» para enfrentar el entremado de desinformación en cuanto a los verdaderos responsables del endeudamiento y la falta de dólares y que se lleve adelante un proceso electoral con mayor claridad e información.

«Esto no es tarea de una persona, es tarea militante. Basta de pedirle al otro lo que nosotros no estamos dispuestos a hacer. Hay que romperse lo que hay que romperse y lo tenemos que hacer todos y todas», agregó Fernández antes de brindar una cálida despedida a las miles de personas que, a pesar de la lluvia, todavía pedían con cánticos seguir escuchando a la exmandataria.