Cristina anticipó una condena en su contra y dijo que será un «regalo para Magnetto»

La vicepresidenta apuntó contra el Poder Judicial y el macrismo, y sostuvo que la Argentina «se encuentra en estado de indefensión». Fue en una entrevista con un medio de Brasil.

Cristina Fernández de Kirchner aseguró que será condenada en la causa Vialidad y señaló que el dictamen de la sentencia el 6 de diciembre permitirá a los medios de comunicación titular su condena el 7 de diciembre, día emblemático para el proyecto de la Ley de Medios llevado adelante por su gobierno. Advirtió que la Argentina «se encuentra en un estado de indefensión ante el funcionamiento de la Justicia».

“El 7 de diciembre (la sentencia) va a ser publicada en los diarios. Ese día, el 7D, fue un emblema de nuestro gobierno con la ley de medios, que establecía que los dueños de medios que tenían demasiada concentración mediática debían desinvertir. La tapa de ‘Cristina condenada’ y el 7D van a coincidir. Es una suerte de regalo a Magnetto”, dijo la vicepresidenta en una entrevista que dio al diario brasileño Folha de Sao Paulo.

El 7 de diciembre del 2012 entró en plena vigencia la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA), una de las políticas del gobierno de CFK que más agudizaron su conflicto con el Grupo Clarín. 

En la entrevista de más de una hora, que compartió este lunes a través de sus redes sociales, la vicepresidenta apuntó contra el Poder Judicial y el macrismo, y detalló que para ella «el neoliberalismo utilizó el aparato judicial no sólo como vehículo para impedir el desarrollo de procesos políticos ‘populistas’, sino también para proteger a sus propios dirigentes».

“Los jueces puestos por Macri lo protegen a él y protegen a quienes quisieron matarme, y no investigan nada de lo que pasó durante su gobierno», advirtió. A propósito, mencionó el reciente sobreseimiento de Mauricio Macri en la causa por espionaje a los familiares de víctimas del ARA San Juan. 

CFK sostuvo que el Lawfare en Argentina estuvo encarado “desde la cúspide del poder”.

“Ricardo Lorenzetti, cuando era presidente de la Corte, se tomó una foto con Sergio Moro de un lado y Claudio Bonadio que era el juez que me perseguía a mí y a mi familia, del otro lado”, señaló. 

Hizo también un breve repaso por la historia reciente de ciclos políticos latinoamericanos y sostuvo que el neoliberalismo operó en su último ciclo mediante tres instrumentos: “controlar la voluntad popular, proteger judicial y mediáticamente a los dirigentes de derecha y disciplinar a los dirigentes políticos para que los que quieran defender a los excluidos lo piensen dos veces».

Al respecto de la causa sobre el intento de homicidio en su contra, dijo que “los que están presos fueron los autores materiales del atentado, pero yo creo que hay autores intelectuales. Recibieron financiamiento de 17 millones de pesos para una carpintería que no existe”. 

“Si esto fuera al revés, estaríamos todos presos”, añadió, explicitando más la doble vara de la operación del  -por ella denominado-  “partido judicial”. 

La vicepresidenta hizo mucho énfasis en que durante los gobiernos del ciclo kirchnerista, la clase media se duplicó. “El trabajador siempre se levanta a la misma hora, pero con algunos gobiernos le alcanza y con otros gobiernos no. Tener un buen salario no es solo cuestión de levantarse temprano e ir a trabajar, hay que tener políticas públicas y un modelo de desarrollo económico”, explicó. 

Además, habló de la violencia política y la misoginia. “Ser mujer, ser presidenta, y no someterse a lo que quieren los poderosos es un problema grave. Las mujeres somos infinitamente más atacadas cuando ejercemos el poder. Y si vas en contra de lo que quieren los más poderosos de una sociedad, la estigmatización es total”, dijo. 

“Si yo grito dicen que soy histérica, que soy loca. Como les decían a las Madres de Plaza de Mayo. Si grita el hombre dicen que es un tipo fuerte”, agregó Cristina. 

Sin embargo, ratificó su voluntad de enfocarse en la actividad política y explicó que para ella «ser dirigente es poder mirar más allá y decir ‘la historia va por allá, hay que hacer esto’”, a pesar de las adversidades. 

“Eso no lo voy a perder nunca. Podré ser presidenta o legisladora, pero nunca voy a renunciar a decir lo que me parece que hay que hacer para construir un país mejor para nuestra gente», advirtió la vicepresidenta.