Uno de los cambios de este año fue la derogación de la ley que regulaba los alquileres que, aunque no era perfecta, evitaba problemas que hoy sufren miles de inquilinos e inquilinas.
Los alquileres subieron pero los sueldos no. Eso es lo que está pasando, lo que se comenta a diario en reuniones familiares o incluso laborales. ¿Pero cuál es el detalle en números de ello? Las agrupaciones Inquilinos Agrupados y Ni Una Menos presentaron un informe detallado.
Un análisis socioeconómico de la Encuesta Nacional Inquilina reveló cuáles fueron las consecuencias de la derogación de la Ley de Alquileres: más del 80% de las personas está preocupada porque no pueden cubrir los costos de sus viviendas.
Durante este mes de junio 2024, el 34,4% de los ingresos del hogar fue destinado al pago del alquiler y expensas. Todo lo que sea ABL y, por ejemplo, servicios básicos como electricidad, gas, agua, se pagó aparte.
Sin la Ley de Alquileres, los precios subieron: en CABA se ve un cambio de entre el 40 y 50%; mientras que en distritos como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba el aumento fue entre el 41% y 52%, levemente mayor. Traducido en montos concretos, un monoambiente en los barrios porteños pasó de 178 mil a 250 mil pesos; mientras que una familia tipo (dos mayores y dos menores) ahora paga 580 mil pesos por un 4 ambientes, lo que implica una diferencia de casi 200 mil pesos con los montos preexistentes.
¿Qué pasa cuando los salarios no suben al igual que los gastos? El 62% de quienes alquilan tiene deudas. Y quienes hoy no están en problemas no dudan en que pronto ello cambiará: el 42,2% del total considera que tendrá dificultades para pagar el alquiler en los próximos meses.