Crónica de un (re)encuentro con Charly García

El 11 de septiembre, día del maestro, sale a la luz "La lógica del escorpión", un disco que tendrá edición vinilo para coleccionistas y luego formatos físico para el resto (vinilo, también, y cds). Datta estuvo en la escucha exclusiva y así te lo compartimos.

Por Cecilia Díaz

Lunes (y un lunes post tormenta de Santa Rosa). El cielo está gris y hace más frío de lo que había prometido el especialista en clima del noticiero. Salgo de la redacción y me tomo el 76. Bajo en Plaza Los Andes y encaro para Artlab. En el camino me encuentro con un colega y compartimos un par de cuadras. Creo que, en ese preciso momento, ambos sentimos ansiedad por lo que vamos a escuchar: "La lógica del escorpión", de Charly García. 

En mi muñeca izquierda (el lado del cuerpo que representa el "corazón") tengo tatuado un Say No More. Sabrán comprender lo que significaba para mí estar invitada a un evento exclusivo para periodistas en el que escucharemos por primera vez y antes de que sea publicado el disco de Charly. 

Hay alfombra roja. Sí: en ese local sobre calle Roseti -tan lindo, vale destacarlo- había una alfombra roja que se quedaría para el segundo turno de escucha, el de la noche, el que prepararon para amigos y amigas del artista (y al que posiblemente vaya él, claro). En la fila para entrar están colegas a quienes quiero mucho, a quienes siempre me encuentro en recitales de gigantes como los de Maria Becerra, WOS, Dillom, Nicki Nicole pero también en el under, con bandas indie de Laptra o revelaciones como Ryan. Todo el mundo está feliz. 

Entramos y nos dan un voucher para comer algo. La indicación es simple: "Canjealo rápido así comés tranqui porque en cuarenta minutos entramos a la sala y no pueden llevar nada ahí". Comimos y estuvo rico. Aunque yo no pude terminar mi sandwich porque mi atención estaba puesta en ese vinilo deluxe que estaba en el centro del hall, en una caja de cristal como las que usan en los museos. 

Lógicamente, para evitar spoilers, no nos dejan usar los celulares. Los guardamos en una bolsita negra, con un precinto (como cuando vas a comprar algún remedio a la farmacia, por ejemplo). 

La sala está preparada con unos mega puf. Elijo uno al frente del escenario y lo comparto con tres mujeres. Una de ellas es mi amiga (y amiga de mis amigos, de mi novio). Con ella nos confesamos, hablamos de miedos, alegrías, tristezas… Por eso, entiendo, es la mejor persona quien puedo compartir un momento como éste. Agarro mi tote y abrigo para inventar una suerte de almohada para mi amiga. Ella se entrega a la fiaca, al relax, hasta que suena el primer moviendo de la primera canción. Ahí todo cambió. Nos levantamos. Nos moviliza.

Me emociona escuchar a Charly. Me enorgullece esa emoción, realmente (porque no me siento más frágil sino más fuerte). 

"La lógica del escorpión" tiene 13 temas. En algunos cuenta con Hilda Lizarazu en coros. En otros está Rosario Ortega. También participan Fito Páez, David Lebón, Pedro Aznar y la voz de Luis Alberto Spinetta. 

Lo que escuchamos es una suerte de Charly reversionando a Charly. Es como el 60×60, pero distinto. Las canciones son nuevas pero la esencia es la misma. "El carácter del escorpión es siempre el mismo", subraya uno de sus temas utilizando una vieja fábula (y hasta ahí les cuento para no spoilear demasiado y arruinar la capacidad de sorpresa en sus primeras escuchas). 

"¿Cómo está el disco de García?", me preguntan. La respuesta podría incluir muchas cosas, ser más profunda y detallista pero me limito a decir que el disco de Charly García está como debe estar, es lo que debe ser, suena potente como su espíritu, que es eterno -al igual que sus canciones y las emociones que nos provocan.

Mi mejor crónica para ustedes es no revelar nada y regalarles una primera escucha sin interferencias para que puedan entregarse al disco como lo hice yo: desde el amor y conectando directo con él.