Báez Sosa, día 7: confirman que la zapatilla marcada en la cara de Fernando era de Thomsen

«Amigo, flasheamos, creo matamos a uno», fue uno de los mensajes que envió el imputado Blas Cinalli, tal como analizó el instructor fiscal en su declaración donde presentó los chats de los rugbiers.

Este martes se desarrolló la séptima jornada del juicio a los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. Javier Pablo Laborde, el fiscal de la Instrucción, retomó la declaración que comenzó el día de ayer ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 y fue interrumpida por falta de tiempo. En la segunda parte de su relato, compartió las conversaciones en el chat de los rugbiers desde las 3 de la madrugada del 18 de enero del 2020, con los imputados ya dentro del boliche.

Tal como compartió Laborde, mientras una parte del grupo del chat organizaba el desayuno en un McDonald’s, el resto de los integrantes constataban que Fernando había muerto. Ciro Pertossi fue el primero de los imputados en avisar sobre el ataque en el chat: «Le pegaron a uno, vengan».  El audio de Lucas Pertossi fue el aviso al grupo sobre la muerte del joven: «Amigo, estoy acá. Están todos a los gritos. Llaman a la ambulancia. Caducó».

Además, el grupo de jóvenes habría realizado un “pacto de silencio”, tal como se lee en el mensaje de Ciro Pertossi a sus amigos en el grupo «Los del Boca 3»: «Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie». El imputado también habría hecho una búsqueda en Google siete veces sobre “Villa Gesell pelea”. 

Por otro lado, Blas Cinalli le confesó a un amigo identificado como «Santi M.» que habían matado a Fernando. «Amigo, flasheamos, creo matamos a uno», le dijo en un chat y también hizo mención a que «todo Villa Gesell» estaba hablando de eso. Además, Cinalli avisó en los mensajes que tras el ataque «dos convulsionaron, uno lo mandamos al hospital, sin signos vitales. Ahora estamos yendo a Mc Donalds a ver qué pasa».

Máximo Thomsen, comprometido por la declaración de peritos

A continuación, en el testimonio de María Emilia Salamendi, licenciada en criminalística, se confirmó que en la investigación «se hizo descalzar a los imputados y se le tomó la medida de los pies». También agregó que se le tomó las medidas también a los pies a Pablo Ventura, el joven falsamente acusado y no hubo coincidencias. La perito que tomó las medidas de los pies de los imputados, María Luján Elvira Molina, confirmó la misma información. 

María Eugenia Cariac, también criminalista, confirmó que la zapatilla marca Cyclone pertenecía a Máximo Thomsen y dijo que la marca que presentaba Fernando en el maxilar presentaba coincidencias. «Las improntas podrían haber sido causadas por la parte anterior o talón de zapatilla, pero sugerían una prueba más profunda, una scopométrica para corroborar si había correspondencia de diseño». 

Por su parte, Haydeé Almirón, miembro de la Policía Federal Argentina que participó del peritaje scopométrico, contó que se analizaron todas las marcas en el rostro de Fernando y «se detectó un rastro en el maxilar apto para realizar el cotejo». Agregó que «se buscó zig zag en la misma frecuencia de longitud y se obtuvo un solo candidato. Fue la zapatilla marca Cyclone (de Thomsen) en su puntera y en talón».

La familia de Fernando en la séptima jornada

Los padres de Fernando estuvieron presentes nuevamente en el tribunal y, en declaraciones a la prensa Silvino Báez habló sobre la séptima jornada: «Desde el principio supieron que asesinaron a mi hijo. Está todo en los chats, sabían lo que hacían. Lo único que no sabíamos del asesinato de mi hijo eramos nosotros, Graciela y yo. Los imputados lo sabían, menos nosotros».

Graciela Sosa, la mamá de Fernando, dijo que en el séptimo día de juicio no pudo mirar tanto a los imputados: «Escuchamos los audios y era muy fuerte para nosotros cómo festejaban y cómo avisaban que Fernando había “caducado” (…) Yo siempre observo sus brazos y sus piernas porque sé que en sus manos terminó la vida de mi hijo”.

«Traté de mirarlo lo menos posible, porque no quiero verlo. No se puede creer lo que hicieron, por los testimonios, por lo escuchado, no son humanos», agregó Sosa ante la prensa.

Además, la madre de Báez realizó un comunicado para pedir paz y justicia y convocó a un encuentro para conmemorar a su hijo: ​»Tres años sin Fernando, queremos paz y justicia. El próximo 18 de enero realizaremos una oración interreligiosa en memoria de nuestro querido hijo. El encuentro será en el anfiteatro de la ciudad de Dolores a las 19 horas. Los invitamos a colaborar ese mismo día con una colecta solidaria acercando alimentos no perecederos o útiles escolares que serán destinados a distintas entidades. Queremos convertir el profundo dolor por la ausencia de Fernando en solidaridad y ayuda para los demás, como él querría».