Las estadísticas marcan que a partir de 2016, con la gestión de Macri, la mitad del empleo empezó a ser no registrado y la consecuencia es que ahora estemos atravesando el peor momento.
La noticia es fuerte pero, en realidad, no sorprende demasiado: la informalidad es moneda corriente dentro del mercado laboral y tanto jóvenes que están en sus primeros trabajos como profesionales con experiencia terminan cayendo en manos de la precarización y maltrato. Seguramente lo vivas dentro de tu grupo familiar y de amistades.
Ahora bien, más allá de ese sondeo personal que podemos hacer, ¿qué dicen los datos oficiales? Que a partir del tercer trimestre de 2016 la mitad de los puestos de trabajo privados creados fueron informales y que ahora mismo estamos transitando un récord histórico del 43,5% (esto es casi 5.800.000 de personas en todo el país).
¿Qué significa que un trabajo sea informal? Que se pierdan derechos adquiridos como la obra social, aportes jubilatorios, vacaciones pagas e indemnización por despido. Tampoco se respetarán los aumentos fijados por la paritaria del sector y, por lo general, además de eso el sueldo suele ser mucho más bajo de lo que corresponde.
¿Qué dice el presidente Javier Milei sobre esta situación? Que se soluciona con una reforma laboral pensada desde su mirada libertaria, tal como -según él- pasó con la caída de la Ley de Alquileres (la cual si bien -por el momento- favoreció la oferta de propiedades subió unas tres veces el valor de los alquileres).
El concepto de “no la ven” pareciera ser uno de los argumentos más fuertes de Javier Milei para defender sus políticas libertarias y, en las últimas horas, lo aplicó para justificar una reforma laboral ante la consolidación del empleo no registrado.
