Alperovich fue condenado a 16 años de prisión tras ser encontrado culpable de sucesivos abusos sexuales cometidos contra su sobrina.
Cuatro años y medio son los que tuvo que esperar por justicia la sobrina y ex secretaria del tres veces gobernador y ex senador nacional por Tucumán, José Alperovich, quien abusó sexualmente de ella en reiteradas ocasiones entre 2017 y 2019. Finalmente anoche, en un fallo histórico, el hombre más poderoso de la provincia norteña fue declarado culpable del delito de abuso sexual con y sin acceso carnal “en todos los casos, mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”. La pena impuesta fue de 16 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Deberá esperar la instancia de apelación en prisión preventiva, por lo que fue llevado a la cárcel inmediatamente terminado el juicio.
El juez Juan Ramos Padilla, a cargo del TOC 29, empezó a leer el histórico veredicto a las 20.10 de este martes en una sala colmada por periodistas y cámaras de televisión, en la que se destacaba la custodia policial impuesta al exmandatario una semana atrás. El magistrado dio por probados todos los hechos denunciados por la joven y, de esa manera, el juicio oral y público que comenzó el 5 de febrero pasado tuvo su fin con Alperovich pasando su primera noche tras las rejas. La condena vencerá el 17 de junio de 2040.
La defensa del dirigente del Partido Justicialista tucumano, a cargo nada más ni nada menos que del estudio del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, apelará el fallo y, seguramente hoy, pida por su excarcelación. Los fundamentos del fallo se conocerán el viernes 16 de agosto. La preocupación de la víctima y de la propia Fiscalía tenía que ver con que se siguiera retardando la sentencia: Alperovich cumplirá 70 años en abril del año próximo, si el veredicto no llegaba, podía no tener que pasar su condena en la cárcel ya que a esa edad puede pedir la detención domiciliaria.
La condena coincide con lo que había pedido la Fiscalía, mientras que la querella había abogado porque los 16 se convirtieran en 22. ¿Qué pedía la defensa? La absolución alegando que se trató de una causa armada por sus adversarios políticos. El mensaje se lee como una advertencia de calibre a la sociedad contra la impunidad de un hombre con tanto poder que, incluso, se ha movido como un señor feudal en su territorio, además de, por supuesto, poner en valor la palabra de la víctima como prueba en casos de violencia sexual. ¿Cuál es la relación de parentesco que une a ambas partes? Alperovich es el primo hermano del padre de la denunciante, fue testigo de su segundo matrimonio.
Ramos Padilla dio por probados los 9 hechos de violencia denunciados, considerando culpable al ex mandatario provincial como “autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple reiterado en tres oportunidades (hechos 1, 3 y 5 de la elevación a juicio), los últimos dos cometidos en grado de tentativa, y otros seis sucesos de violencia sexual agravados por haber sido con acceso carnal por vía vaginal, anal y oral, al haber introducido partes de su cuerpo, su pene por las tres vías y sus dedos en la primera de ellas (hechos 2, 4, 6, 7, 8 y 9), en todos los casos, mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad, todos estos en concurso real entre sí”.
Además de la inhabilitación para ejercer cargos públicos y de la prisión preventiva que implicó su inmediato traslado a una cárcel del Servicio Penitenciario Federal, también se ordenó que se le extraigan muestras de ADN para incorporarlas al Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual. Asimismo, el fallo determina que se investigue por falso testimonio a los testigos presentados por la defensa. Los afectados son Manuel Frías, ex mozo de Alperovich, Víctor Hugo Decataldo, empresario de transporte que tuvo una relación sentimental con una de las hijas del dirigente, y David Catyatta, su ex chofer y custodio.
También dispuso que se remita la filmación de los testimonios de las perito de parte, presentadas por la defensa, las psicólogas Liliana Sedler y Paula Sánchez Ayala, y copias de sus informes periciales presentados en el expediente al Ministerio de Salud de la Nación, “a los fines de que, por intermedio del órgano que corresponda, evalúen la conducta ética de las profesionales, de acuerdo con lo que surge de los considerandos respectivos”, según relata Mariana Carbajal para Página 12.
Si bien la denunciante no inició una demanda civil, el juez le reconoció el derecho a recibir una reparación por los daños ocasionados. Sus abogados Pablo Rovatti y Carolina Cymerman transmitieron en un comunicado a la prensa que están “realmente muy conformes con la sentencia de condena dictada por el juez Ramos Padilla, que pone las cosas en su lugar y viene a hacer justicia, en línea con lo que el fiscal Sandro Abraldes y nosotros habíamos requerido en los alegatos”.
“Hablamos con MFL (la denunciante), que está muy conmovida y aliviada, porque siente que luego de cinco años desde que denunció los abusos y después de haber sufrido una campaña de deslegitimación de su palabra, pudo obtener lo que siempre ha buscado, que no es cargos, ni fama, sino su sanación a través de la justicia”, reza el comunicado. Además, destacaron a la sentencia como “un hito más en la lucha de las víctimas de violencia sexual contra la impunidad de los más poderosos”, en ese sentido, también valoraron el trabajo de la Justicia nacional.
La víctima siguió la lectura del veredicto y de la sentencia de manera virtual. Su vocera, la periodista tucumana Milagro Mariona, dijo apenas dictada la sentencia que “el juez ha dado un ejemplo y ha dictado un precedente” y que realmente no sabían con qué se iban a encontrar anoche, pero que confiaban en la Justicia. Y agregó: “Cuando preguntas dónde están las feministas… acá estamos, acompañando a las víctimas”.